Con Mickey y Donald de vecinos
La NBA vuelve el 31 de julio en el fastuoso ESPN Wide World de Disney con muchas incertidumbres
Tan dada al showtime, al espectáculo circense, las cheerleaders, las palomitas y el festivaleo, la NBA no podía haber escogido mejor escenario para reanudar la competición con un formato inédito de sede única como es el macrocomplejo de Walt Disney World, en Orlando (Florida), con sus 110 km2 de superficie (un poco más que la ciudad de Barcelona) con de todo... Bastante mejor que ir a jugar a Las Vegas, ya solo por entorno y para evitar tentaciones a los deportistas.
A partir del 31 de julio, 22 de los 30 equipos de la NBA (todos los clasificados y los que aún tienen opciones de clasificarse) retomarán la competición en una sede-burbuja, a puerta cerrada. Primero, ocho partidos cada uno pendientes de la fase regular, para acabar disputando las eliminatorias por conferencias al mejor de 7 partidos, como siempre. Las finales concluirán como muy tarde el 12 de octubre.
Es decir, que durante dos meses y medio, la gran familia de la NBA se trasladará a vivir dentro del gran resort de Disney World, donde, además de los hoteles, los equipos tendrán a su disposición los diversos parques temáticos de Disney –que reabren el 11 de julio–, dos parques acuáticos, centros comerciales, y las interminables instalaciones deportivas que ofrece el ESPN Wide World of Sports, el complejo de 89 hectáreas preparado para la práctica de todo tipo de deportes que está dentro del recinto de Disney.
Las franquicias de la NBA llegarán al complejo deportivo de la ESPN a partir del 7 de julio. Allí encontrarán todo tipo de servicios e instalaciones. Desde los hoteles –los más cercanos, el Disney’s Art of Animation Resort y el Disney’s Pop Century Resort–, hasta el centro comercial Disney Springs, el espectacular NBA Experience (un espacio inmersivo e interactivo, de tecnología punta, con 13 actividades de baloncesto), y los tres pabellones que pueden ser utilizados para los partidos: el HP Field House, el Visa Center y The Arena, los tres con todas las facilidades para la transmisión televisiva y la cobertura informativa. Y cuando se cansen de baloncesto, también disponen de pistas de atletismo y tenis, campos de fútbol, fútbol americano y beisbol.
Los tres pabellones ya tienen experiencia en baloncesto, todos ellos polivalentes. El HP Field House, con 6.500 m2, dispone de un gimnasio adyacente y una capacidad de 5.000 localidades; el Visa Center permite instalar hasta seis pistas de baloncesto y 1.200 asientos; y The Arena, estrenado en el 2018 y utilizado sobre todo para competiciones de gimnasia, puede ser reconfigurado para albergar hasta seis canchas de baloncesto, con un aforo de 8.000 espectadores.
Unas capacidades que son lo de menos, ya que, por ahora, los partidos serán a puerta cerrada. Por ahora, porque esta es una de las incertidumbres del regreso de la competición: la asistencia de público. Para no acabar con la ilusión de los seguidores, el comisionado de la NBA dejó esa puerta entornada. “Todos los días estamos estudiando el número de casos (de coronavirus) en el condado de Orange, Florida. Si los antivirales o las vacunas llegan antes de lo esperado podría afectar a la posible vuelta de los aficionados a las gradas”, señaló Adam Silver.
Otra de las dudas que plantea el regreso de la NBA es el calendario: las finales deberían acabar a mediados de octubre, lo que lleva el inicio de la próxima temporada al 1 de diciembre, o incluso a Navidades. Si el comienzo se pospone más de la cuenta, el curso 20-21 podría echarse encima de los Juegos de Tokio, en julio del 2021. Y ya se sabe que las estrellas de la NBA no fallan a la cita olímpica desde Barcelona’92.
La tercera incertidumbre es si se permitirá el acceso a los banquillos a los entrenadores veteranos, por ser colectivo de riesgo. Las palabras de Silver intranquilizaron al colectivo: “Hay grupos de personas que son más propensos a contagiarse del coronavirus y trabajaremos bajo esa premisa y con los protocolos más seguros. Tal vez no puedan estar en el campo, aunque sí al frente del equipo”, dijo el comisionado, que fue reprendido por los técnicos.
Y en último lugar, y no menos importante, está el aspecto económico: las franquicias están negociando qué porcentaje de los salarios perderán los jugadores por no disputar el 15% de la temporada. Se calcula que deberían ceder unos 540 millones de euros. ¿Aceptarán?
UNA BURBUJA A MEDIDA
El complejo deportivo de la ESPN ofrece tres pabellones que pueden desplegarse en múltiples pistas
MUCHAS SOMBRAS
El público, el calendario 2020-21, el acceso de los técnicos veteranos y la pérdida salarial son inciertos