Garicano: la ayuda de la UE es una “oportunidad” para hacer reformas
Doménech (BBVA) y Sagardoy proponen simplificar el tipo de contratos
El Congreso de los Diputados acogió ayer a un amplio y diverso abanico de ponentes, que ofrecieron a los parlamentarios un diagnóstico sobre la crisis de la Covid-19 y recetas para superarlas. En el grupo de trabajo de la Unión Europea, Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos y vicepresidente económico del grupo de la Eurocámara Renew Europe, abogó por aprovechar “la oportunidad única que suponen los 61.000 millones de euros a fondo perdido” que recibirá España si se aprueba finalmente la propuesta de la Comisión Europea, para emprender reformas. Garicano hizo una llamada al consenso y a la responsabilidad de los distintos partidos políticos y recordó que el Gobierno español debe presentar “un plan de resiliencia y recuperación en el que ha de desgranar los cambios estructurales a emprender”. “Europa no es un cajero automático”, avisó.
“España no tiene los medios para acometer estas reformas”, remarcó, después de reconocer que la crisis de la pandemia ha puesto al descubierto las debilidades económicas y sociales. En concreto, denunció falta de igualdad de oportunidades, precariedad en el empleo e incapacidad de la Administración para procesar datos y tomar decisiones.
El líder de Ciudadanos en Bruselas opinó que los cinco principales objetivos tienen que ver con el impulso del empleo, la educación, la economía vede, la sanidad y la modernización de la administración. Además, aseguró que el marco de los recortes y la austeridad posterior a la crisis económica del 2008 “está muerto y enterrado”, pero hay que establecer reglas.
En el mismo grupo de trabajo, integrado en la comisión parlamentaria para la reconstrucción, el exvicepresidente de la Comisión
Europea y exministro Joaquín Almunia advirtió que la UE ha diseñado paquetes de ayuda “muy generosos”, pero que para beneficiarse de ellos es preciso tener unas cuentas actualizadas y buena coordinación nacional y autonómica. “El dinero que nos va a llegar hay que ponerlo en el contexto de los presupuestos, por lo que hay que tener presupuestos y que estos encajen y sean compatibles con los paquetes de ayuda de la UE”, defendió.
Asimismo, Almunia previno contra el peligro de confiarse ante la suspensión del Pacto de Estabilidad europeo. El excomisario recordó que “las reglas están suspendidas pero no la vigilancia”, por lo que los gobiernos de los países miembros “no deben caer en la tentación de acumular una deuda que sea inasumible”, cuando se reactive el pacto y suban los tipos de interés.
Por el momento, los gobiernos no deben “preocuparse del déficit nominal, pero no dejar de elaborar por ello una estrategia creíble de consolidación fiscal a medio y largo plazo”, insistió. El jueves la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) anunció que empeoraba ligeramente su previsión de desequilibrio presupuestario para este año y que en el escenario más desfavorable podía alcanzar el 14% del PIB. Al tiempo, como otros organismos de referencia, esperan que hasta el 2021 la deuda pública se mantenga disparada en torno al 120% del PIB.
En paralelo, en el grupo de reactivación económica, el economista Rafael Doménech (BBVA
Almunia previene contra “la tentación de acumular una deuda pública que sea inasumible”
Research) y el presidente de Sagardoy Abogados, Íñigo Sagardoy de Simón, coincidieron en reclamar cambios en el marco laboral que pasan por una simplificación en la variedad de contratos (para dejarlos en tres, indefinido, temporal causal y de formación) e implantar un sistema mixto de indemnización por despido, que incluya una cuenta para cada trabajador a la que ir aportando mientras esté ocupado, basado en el modelo de la denominada mochila austriaca.
Preguntado por la derogación de la reforma laboral del 2012, Doménech opinó que no era la mejor opción en una situación como la actual, “donde se necesita certidumbre y confianza”. Por su parte, Sagardoy señaló que “no es el momento adecuado ni la forma”.