El parón de abril hunde la producción industrial
La caída del IPI es del 33,6%, la mayor de la historia
Durante la primera parte del mes de abril, España sufrió una paralización casi total de la mayor parte del tejido productivo industrial. Ese hecho sin precedentes se ha reflejado en la mayor caída del índice de producción industrial (IPI) de la historia el pasado abril: un 33,6% en relación con el mismo mes del año anterior. El IPI es un indicador coyuntural que mide la evolución mensual de la actividad productiva de las ramas industriales, excluida la construcción.
El INE (Instituto Nacional de Estadística) informó ayer que esa pérdida de un tercio del valor del índice se dio tanto si se tienen en cuenta los efectos estacionales del calendario como si no. Por sectores, la industria automovilística fue la más afectada con caídas de la producción de un 92%. Las fábricas de automóviles y sus empresas proveedoras fueron las primeras compañías en presentar ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) al paralizar las líneas de ensamblaje.
El INE recuerda que la situación de confinamiento de los hogares ha provocado una fuerte reducción de la demanda de bienes personales y para el hogar. Eso es lo que explica que la actividad de confección de prendas de vestir, la industria del cuero y calzado y la fabricación de muebles registren descensos en su producción superiores al 70%.
El shock en el consumo y en la demanda fue tan intenso durante el mes de abril que incluso la industria de la alimentación se vio forzada a bajar el ritmo de producción: el índice cayó un 7,3% en abril en tasa interanual frente al 3,6% de subida en marzo. Si se analiza en detalle y se baja a los productos por tipología, el INE avisa que la producción de conservas, tanto de pescado, como de frutas y hortalizas y la fabricación de productos de molinería y de productos para la alimentación animal sí que consiguieron mantener tasas anuales positivas.
Dado que la crisis actual es sanitaria y se ha necesitado gran cantidad de material de salud para hacer frente a la pandemia, la estadística muestra cómo el sector industrial que menor bajada registró en abril es el de los productos farmacéuticos. Cayó solo un 0,4%.
El descenso del 33,6% en abril se dio después de que en marzo ya se registrara una caída interanual del 11,7%. La bajada experimentada en abril es la mayor de la serie histórica, ya que supera el que hasta ahora era la mayor de la historia, el desplome de un 28,4% de abril del 2009, en plena crisis financiera. En términos intermensuales, el descenso del IPI fue del 21,8%. En mazo la caída había sido ya del 13,2%.
En Catalunya, el descenso de la producción industrial fue ligeramente superior a la media y cerró en el 34%. La producción industrial se redujo en términos brutos en todas las comunidades autónomas, especialmente en Galicia (43%), Aragón (41,7 %), Castilla y León (40,5 %), Navarra (40,1 %) y País Vasco (40,1%). Los descensos menos acusados se registraron en Murcia (15%), Extremadura (23,4 %) y Canarias (24,5 %).
El INE constata que en abril la producción de bienes de equipo cayó a la mitad –experimentó una reducción del 57,4 %–, un descenso que también fue acusado en los bienes intermedios, que descendieron un 35,9%. La producción de bienes de consumo bajó un 22,8%, con una intensidad de la caída muy diferente entre los duraderos (67,4%) y los no duraderos (19,1%), y la de energía se contrajo un 14,7%.
El IPI estuvo lastrado por el hundimiento de la industria manufacturera, cuya actividad cayó un 37,8%, y, en menor medida, por la evolución a la baja del suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
El sector de la fabricación de vehículos quedó casi paralizado en el mes de abril