Hernández de Cos dice que el BCE actúa por el riesgo de deflación
El riesgo de deflación en la eurozona explica en parte la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de aumentar la potencia de sus medidas de estímulo, según dijo ayer a Bloomberg el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. “Los riesgos deflacionarios han aumentado y esa es una de las razones por las que el BCE está tomando las medidas que está tomando, para garantizar que el riesgo no se materialice”, afirma. “Algunos de los problemas que tuvimos con la baja inflación se están acumulando”, advierte. Las declaraciones del gobernador se produjeron apenas un día después de que el BCE anunciara un nuevo programa de estímulos de 600.000 millones de euros para combatir la crisis.
Al banco central se le ha acusado en ocasiones de timorato o lento. Pero el jueves, sorprendió al mercado por su contundencia. “Cuando la incertidumbre es muy alta, por ejemplo, cuando existe el riesgo de baja inflación o incluso deflación, la respuesta de la política monetaria debe ser aún más contundente y más rápida”, defiende Hernández de Cos, para quien “no tiene sentido dudar hasta el último minuto”, por lo que a la hora de intervenir apuesta por que “cuanto antes mejor”.
El gobernador del Banco de España defiende que “ahora, lo importante es que vamos a seguir ejerciendo toda la flexibilidad del programa sin considerar la clave de capital como una restricción”. Por otro lado, Hernández de Cos confirma que el consejo de gobierno del BCE no discutió el jueves la posibilidad de comprar bonos que caigan por debajo del grado de inversión. “Obviamente, no significa que no lo discutiremos en el futuro”, apunta.
Lagarde indicó el jueves que el órgano rector del banco central no había discutido la posibilidad de adquirir en sus programas bonos con grado especulativo o bonos basura, aunque señaló que la institución seguirá observando la evolución de la situación y adoptando las medidas que considere apropiadas y proporcionadas. “Hemos definido parámetros para nuestras compras. Queremos aislar la forma en que llevamos a cabo las políticas del efecto de la pandemia y evitar la prociclicidad autocumplida. Continuaremos observando la situación y tomando medidas apropiadas y proporcionadas”, señaló Lagarde en la rueda de prensa. En su escenario central, con una gradual recuperación de la actividad a partir de julio y con un cierto impacto de algún rebrote del virus, el BCE prevé que el PIB de la eurozona caiga este año un 8,7%.