Europa pide reformas a Italia en la cumbre de Conte contra la crisis
Los estados generales de la economía arrancan en Roma entre polémicas
Algunos medios italianos han recordado esta semana que los Estados Generales de Luis XVI en Francia en 1789 anticiparon el final del antiguo régimen en el país vecino. Lo hacen con sorna, porque el primer ministro, Giuseppe Conte, dio ayer el pistoletazo de salida a su propio cónclave para relanzar la economía italiana, tan castigada por el virus, una cumbre bautizada como los estados generales de la economía.
Se trata de una apuesta personal del primer ministro –a quienes algunos comentaristas ya llaman el Rey Sol– para que expertos, empresarios, sindicatos, asociaciones y políticos indiquen el camino a seguir para Italia en los próximos años. Y, sobre todo, para utilizar los 172.000 millones que tocarían a la península del fondo de recuperación propuesto por la Comisión Europea: Conte quiere llegar a Bruselas demostrando que dirige un país serio, donde no se va a malgastar “ni un euro” –subrayó– de los fondos europeos.
La jornada inaugural estuvo precisamente dedicada a las instituciones europeas. Después de un breve discurso de apertura en que Conte prometió invertir en “belleza” y emplear los fondos del recuperación apostando por tres líneas, “la modernización del país, la transición ecológica y la inclusión social, territorial y de género”, fue el turno de intervenciones de máximo nivel. Hablaron por videoconferencia la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, o la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. Von der Leyen animó a Italia a aprovechar esta crisis como una “oportunidad”, pero también avisó de que hacen falta “reformas ambiciosas”. También Lagarde apuntó que la propuesta del fondo de recuperación deberá ser acompañada de “reformas estructurales concebidas e implementadas a nivel nacional”.
“Se ha cerrado una intensa jornada de trabajo muy provechosa”, celebró Conte en los jardines de Villa Pamphili, el majestuoso escenario romano donde tiene lugar la cumbre. Conte sacó pecho de su poder de convocatoria ante unas jornadas que en Italia han suscitado una enorme polémica. El Partido Demócrata, uno de los partidos que apoyan al Ejecutivo, mostró al principio su perplejidad
El premier vuelve a tender la mano a la oposición, que no desea asistir a lo que ve como una pasarela para Conte
porque Conte las hubiese convocado de forma unilateral. El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, estaba furioso porque no había sido invitado. Pero la ausencia más destacada es la de los partidos de derechas, en la oposición, que se han negado a asistir porque las ven como una pasarela política del primer ministro. Ayer Conte volvió a tenderles la mano al asegurar que necesitan su ayuda porque los fondos europeos “no pueden ser un botín del gobierno de turno”. Los próximos días estarán dedicados a los encuentros con los entes territoriales, aunque los detalles del programa todavía se desconocen.