El Gobierno reordena su agenda legislativa tras la crisis sanitaria
El Gabinete de Sánchez revalúa el calendario de sus iniciativas e impone nuevas prioridades
La “tormenta perfecta” del coronavirus descargó con toda su intensidad sobre España y sobre el recién nacido Gobierno de Pedro Sánchez. Y ahora, a medida que escampa y el país se adentra en la denominada “nueva normalidad”, la Moncloa revalúa la situación y reordena su agenda legislativa, sin perder de vista los muy negros nubarrones económicos y laborales que la pandemia deja a su paso.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, presentó a finales del pasado mes de febrero una apretada agenda legislativa prevista para este 2020, con casi un centenar de proyectos con rango de ley, orgánicas u ordinarias. Según el calendario diseñado en aquel momento, la mitad de ellas se remitirían al Parlamento antes de agosto y la otra mitad antes de que culminara este año.
Pero poco después, el coronavirus irrumpió con toda su virulencia en España, el Consejo de Ministros decretó a la carrera el estado de alarma el pasado 14 de marzo y todo el calendario de esta intensa agenda legislativa saltó por los aires. Ante la embestida del virus, Pedro Sánchez ordenó la absoluta prioridad de la lucha contra la pandemia, y todo el plan programático del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos quedó en suspenso, ante la imperiosa necesidad de hacer frente a la crisis de salud pública desatada.
Y ahora que el estado de alarma llega a su fin, ya el próximo 21 de junio, y que España empieza a dar por superada esta tragedia sanitaria, pero que deja a su paso devastadoras consecuencias sociales, laborales y económicas, el Gobierno empieza a rehacer sus planes legislativos.
“Ahora justamente estamos reordenando jerárquicamente el calendario de toda nuestra agenda legislativa”, explican a La Vanguardia en altas instancias de la Moncloa. “Es decir, qué proyectos legislativos que queríamos que fueran antes irán después, a la segunda parte de la legislatura, y qué proyectos que estaba previsto que fueran después deberán ir antes”, señalan.
“Las previsiones que teníamos antes han cambiado mucho”, reconocen en la Moncloa. “Pero lo tenemos absolutamente claro”, afirman. Toca, por tanto, abordar un reordenamiento de las prioridades, según aseguran. “Ahora mismo, lo prioritario es reforzar los recursos de la sanidad pública, y eso requiere fondos”, admiten fuentes gubernamentales. “Además, tenemos que evitar que aumente el paro y reforzar nuestro tejido empresarial”, subrayan.
En este sentido, defienden que, al contrario que en la crisis económica que se desencadenó en España a partir del 2008, en esta ocasión “el Gobierno se ha adelantado en todo lo que ha podido para tomar decisiones”, en lugar de ir a rastras detrás de los graves acontecimientos que se suceden. Ponen como ejemplo de esta reacción el despliegue de los ERTE, “como parapeto para que no lleguen los ERE”. Estas cuestiones serán las prioridades en las que el Gobierno se batirá el cobre, aseguran, “en lo que queda de año”. “Este Gobierno va a ser muy rápido y muy diligente”, prometen.
“Hemos ordenado y jerarquizado las respuestas”, insisten sobre el nuevo calendario legislativo que están elaborando y en el que uno de los grandes objetivos, indispensables para garantizar el curso de la legislatura, es que Sánchez pueda aprobar los presupuestos generales del Estado para el año que viene. Unas cuentas públicas que, no obstante, todos asumen que serán “muy complicadas” debido al incremento de la deuda que implicará la victoria final sobre el coronavirus.
Pese a que el nuevo calendario legislativo no está aún cerrado, fuentes gubernamentales sí advierten que una de las iniciativas de gran calado político que puede sufrir demoras es la prevista reforma del Código Penal. En esta
LA NUEVA AGENDA
La prioridad es reforzar la sanidad pública y el tejido empresarial, además de evitar el paro
PROGRAMA GUBERNAMENTAL La pandemia alteró los planes presentados en febrero, con casi un centenar de iniciativas
INICIATIVAS DE CALADO
La prevista reforma del Código Penal, con la revisión de la sedición, podría sufrir demoras
revisión, el Gobierno contempla reducir las actuales penas del delito de sedición por el que fueron condenados los líderes independentistas en el juicio del procés. Pese a que fuentes gubernamentales admitían ya en febrero que el Ministerio de Justicia de Juan Carlos Campo podía tener ultimada la amplia reforma prevista del Código Penal para antes del verano, la vicepresidenta Calvo dejó abierta en aquel momento la posibilidad de que esta iniciativa se aprobara en el Consejo de Ministros antes del mes de agosto o bien antes de que terminara el año en todo caso. Esta es una de las grandes reformas que sectores del Gobierno consideran que podrían verse retrasados tras el paréntesis de tres meses que la crisis del coronavirus impuso a la mayoría de la agenda legislativa.
Tras no pocas tensiones internas que ya pusieron a prueba el recién nacido Gobierno de coalición, el Consejo de Ministros sí pisó el acelerador para que la ley de Libertades Sexuales, con el cambio de tipo penal de violación y abusos para implantar la doctrina del “sólo sí es sí”, se aprobara justo antes de la manifestación feminista del 8 de marzo y del estallido de la pandemia. Y uno de los grandes hitos de la agenda social del Gobierno, el ingreso mínimo vital, que estaba previsto para más adelante en el calendario legislativo, fue finalmente acelerado precisamente por la crisis del coronavirus. Ya está aprobado por el Consejo de Ministros e incluso avalado sin ningún voto en contra por el Congreso la semana pasada.
El nuevo proyecto de legislación de protección a la infancia, conocida como ley Rhodes, se vio en cambio demorada respecto a los planes iniciales con la irrupción de la pandemia, aunque el Consejo de Ministros también la aprobó el pasado martes.