Normalizar la vuelta a la escuela
Una de las tareas prioritarias que nuestros gobernantes tienen por delante en las próximas semanas es poner las bases para que el día 14 de septiembre los niños y adolescentes de Catalunya puedan volver a los centros educativos con las máximas condiciones de seguridad. Y con ello nos referimos a un regreso presencial, porque si alguna cosa ha quedado clara en estos meses de confinamiento escolar es que la enseñanza online no ha funcionado.
Hemos visto como el aprendizaje telemático ni educa ni sustituye a la relación física y emocional entre docente y alumno, y también provoca lagunas en la socialización de los menores. Por eso el objetivo debe ser normalizar la vuelta a la escuela, normalizar la educación, tratar de devolverla a la situación anterior a la pandemia, aunque esta nos obligará en los próximos tiempos a nuevas medidas sanitarias, de higiene y de distancia, así como a tener que buscar más espacios para desarrollar las actividades lectivas.
El conseller de Educació, Josep Bargalló, afirma que se garantizará la presencialidad en educación infantil y primaria, y que se está estudiando si los grupos podrán ser de más de 15 alumnos. Continúa sin estar resuelto todavía el problema de cuántos profesores más habrá que contratar si se desdoblan las aulas. La normalidad del próximo curso pasa, según el conseller, por convencer a los padres de que la escuela es segura para todos, lo cual requerirá nuevos hábitos que profesores y estudiantes deberán ir asimilando hasta que se conviertan en rutinarios.
Para poder preparar el próximo curso las comunidades autónomas recibirán un fondo extraordinario de 2.000 millones de euros del Estado, destinado también a intentar mitigar la brecha digital que la pandemia ha puesto al descubierto. En una entrevista que publicamos hoy en las páginas de Sociedad, la ministra de Educación, Isabel Celaá, señala que cada centro debe organizarse y que esto es un “arreglémonos como podamos”, y añade que “hay que aprovechar el buen tiempo y dar clase bajo el techo del patio”; afirmaciones que pueden parecer poco convincentes para las familias viniendo de la ministra del ramo, porque evidencian falta de planificación y porque, por seguir el ejemplo, no todos los patios tienen techo y difícilmente en enero o febrero se podrá dar clase en ellos. Cargar la responsabilidad en los directores de los centros no parece la mejor solución y de ahí las quejas de docentes y padres. Es cierto que cada escuela es un mundo,pero la Administración debe dictar protocolos claros y proveer de los medios para poderlos implementar.
La fecha clave es el 14 de septiembre. Ese día todos hemos de tener claro que volver a los centros educativos es seguro sabiendo cuántos alumnos habrá por aula, cómo serán las clases y cómo estarán organizadas las entradas y salidas de la escuela, el comedor y la hora del patio. No será como antes, pero normalizar la vuelta al cole es fundamental para alumnos, profesores y padres.
El 14 de septiembre, docentes, padres y alumnos han de tener muy claro cómo será el nuevo curso