Especialistas secundarios
El Barça se agarra a los papeles de reparto de Vidal y Braithwaite, que se estrena
Once partidos en cinco semanas, a un encuentro cada tres días. Este es el reto después de tres meses de parón. Quique Setién, estudioso y detallista como pocos, miró a su reparto de lujo y no lo dudó dos veces: se presentó en Son Moix con tres stunts performers, los dobles de riesgo, en el titular: Ronald Araújo, el central del filial, en el eje defensivo; Arturo Vidal en la mediapunta; y el casi inédito Martin Braithwaite como referencia ofensiva. El invento le salió a pedir de boca: el Barça se agarró a sus especialistas secundarios para solventar la primera papeleta de la reanudación.
¿Para qué arriesgar con Luis Suárez, recién recuperado de su lesión? ¿O con Umtiiti, tan de cristal? ¿O con Arthur? Los tres se quedaron desperdigados por la grada –la nueva normalidad de los reservas– y a sus tres dobles les tocó asumir la responsabilidad del papel protagonista y ejercer su función de reducir los riesgos de lesión, desgaste y esfuerzo de los actores principales.
Y no desentonaron. Para nada. En especial los dos jugadores ofensivos, artífices del triunfo con sendos goles. Arturo Vidal se confirmó como la vacuna más efectiva para combatir el virus de la inoperancia realizadora: 7.º gol de la temporada en 9 disparos a puerta. Un dato impresionante que dispara el caché del chileno, ahora que suena que será moneda de cambio con el Inter para abaratar el fichaje del deseado Lautaro Martínez. La cresta del Barça asegura que no se quiere mover del lado de Messi, Suárez y compañía, y para demostrarlo se entiende a la perfección con De Jong y Jordi Alba, sus socios en la creación del 0-1 a los 65 segundos, el segundo gol más rápido de la Liga.
Y si la cresta del Barça lució a la altura de sus ilustres vecinos, lo mismo se puede decir –al menos ayer– del danés Martin Braithwaite, uno de esos fichajes de invierno destinados a ser olvidados tan pronto expire su contrato. El danés, tan discreto en sus anteriores actuaciones como justito es el papel que le han dejado, se esfuerza al menos en no necesitar apuntador para no quedar en evidencia. Casi sin tocar balón, pasada la media hora conectó un remate duro dentro del área, tras una prolongación de Messi –17.ª asistencia del crack–, para estrenarse con el Barça y finiquitar la película: 0-2 y a casa. Aunque quedaban más de 50 minutos por delante.
Tiempo suficiente para tocar y tocar, para que Setién continuase moviendo el banquillo para regular esfuerzos, y para evidenciar, un día más, en contraste con sus dobles, que Griezmann sigue anclado en la vieja normalidad. El francés, que decía que estaba “a tope”, que le “había venido bien el parón”, continúa tan gris como antes del parón. Su virus no es de estado de forma, ni anímico, ni de conexión con Messi, sino que no encuentra su función. No tiene un papel definido. Y acabó sustituido, a los 57 minutos, mientras los secundarios Vidal y Braithwaite ya habían sido determinantes.
QUIQUE SETIÉN
“Estoy satisfecho. Hicimos muchas cosas bien. No hemos acusado la falta de ritmo. Es un buen comienzo para este sprint”