El choque mortal entre India y China en el Himalaya fue a palos y pedradas
Con más ganas de rebajar la tensión que de aumentarla, los ministros indio y chino de Asuntos Exteriores hablaron por teléfono sobre el incidente en su frontera común del Himalaya, la noche del lunes, que costó la vida a 20 soldados indios y, según fuentes indias, causó 43 bajas entre los soldados chinos, una información que Pekín no ha confirmado ni desmentido. El enfrentamiento habría sido espontáneo y, como en otras ocasiones –la última, el pasado mayo– a base de puñetazos , palos y pedradas, con la particularidad de que se produjo en plena noche y al borde de un precipicio por el que las víctimas cayeron o fueron empujadas.
El ministro chino, Wang Yi, exigió a su contraparte, Subrahmanyam Jaishankar, una investigación y un “duro castigo” a los responsables de la escaramuza. Según Pekín,
“algunos soldados indios” cruzaron la línea de demarcación del valle de Galwan “en dos ocasiones, violando seriamente lo acordado”. Wang se refería al 6 de junio, cuando jefes militares chinos e indios se reunieron para definir una desescalada en la llamada línea de control, que fue establecida por los dos países en 1962 entre la región de Ladakh, bajo control indio, y la meseta de Aksai Chin, bajo control chino pero reivindicada por India.
El ministro Jaishankar no dio detalles de lo discutido con su homólogo chino pero se comprometió a reducir la tensión, mientras que el primer ministro indio, Narendra Modi, hizo la declaración patriótica de rigor, afirmando en televisión que India “defenderá cada piedra de su territorio”. Modi envió el martes por la noche cientos de soldados en aviones militares como refuerzo. Asimismo cientos de paramilitares indios de zonas próximas al valle de Galwan se han desplazado al sector, informó France Presse.
El ejército indio reveló ayer que ni ellos ni los chinos usaron armas de fuego. A pesar de la gran concentración de tropas a ambos lados de la línea, las patrullas no las portan para evitar incidentes mayores.
Según fuentes consultadas por el diario The Guardian, una patrulla india se topó, en una carretera de montaña, con soldados chinos en un punto del que India considera que se tendrían que haber retirado en base al acuerdo del 6 de junio.
La pelea comenzó a puñetazos, hasta que un oficial indio cayó por el precipicio. Tropas indias acudieron entonces desde un puesto a cuatro kilómetros y, al parecer, lo mismo hicieron los chinos. En plena noche, a más de 4.000 metros de altitud y con temperaturas bajo cero, unos 600 hombres se enfrentaron con palos, piedras y barras de metal durante al menos seis horas.