El líder socialista despide la alarma y pide unidad para el nuevo tiempo
“No tengamos miedo en avanzar unidos”, demanda el jefe del Ejecutivo al PP
Tras 99 días de sangre, sudor y lágrimas, Pedro Sánchez despidió ayer el estado de alarma en España con un canto a la unidad en una comparecencia desde la Moncloa. Igual que cuando decretó esta situación de excepcionalidad, “con la cobertura plena de nuestra Constitución”, el pasado 14 de marzo. “No tengamos miedo en avanzar unidos”, demandó el presidente del Gobierno. “España debe entenderse con España”, fue el gran mensaje que contenía su declaración institucional para poner todos los focos, ahora que comienza la dura negociación sobre el fondo europeo de reconstrucción, sobre el principal partido de la oposición.
Frente a la acusación de la tardanza en la reacción, Sánchez justificó que la pandemia cogió desprevenido a todo el mundo en marzo. “Todos lo ignorábamos, pero un virus desconocido ya había entrado hace tiempo, silenciosamente, en nuestras vidas. Había atravesado las fronteras, procedente de Asia, sin que los sistemas de prevención de todo el continente fueran capaces de detectarlo. Nadie sabía que estábamos a las puertas de lo que hemos sufrido, la mayor conmoción sanitaria, social y económica de estos últimos 80 años. Todos ignorábamos que era solo el inicio de una pesadilla”. La dramática consecuencia, lamentó, es que “más de 28.000 compatriotas han perdido la vida en nuestro país”.
Pero Sánchez defendió su gestión e hizo balance de estos tres meses largos de un estado de alarma que expiró, después de seis prórrogas, la pasada medianoche. “Fuimos golpeados con fuerza, con extrema dureza, pero resistimos. Y lo hicimos con la misma fuerza. Doblegamos la curva, contuvimos la propagación del virus. Y lo hicimos unidos”, celebró. Gracias al estado de alarma y las medidas de confinamiento dispuestas, insistió, “se han salvado 450.000 vidas en nuestro país”. “Comienza ahora una etapa nueva, y estamos en condiciones de avanzar, tenemos el deber de avanzar”, subrayó, ante las graves consecuencias económicas, laborales y sociales provocadas por la pandemia.
Aunque también advirtió que “tendremos que mantener la guardia alta”. “La advertencia es clara: el virus puede volver y puede sacudirnos de nuevo en una segunda ola y tenemos entre todos que evitarlo a toda costa”. Y apeló a la responsabilidad individual, más allá de la institucional: “Cada uno podemos ser un muro frente al virus o una vía de contagio, depende de cada uno de nosotros”. “Seguimos siendo vulnerables”, alertó. Pero anunció que el Estado está preparando “una reserva estratégica con productos esenciales para hacer frente a posibles futuras emergencias sanitarias”. “Estamos vigilantes”, prometió.
También se mostró orgulloso “de lo que hemos conseguido juntos”. Y dio las gracias a todos los implicados, gobiernos autonómicos incluidos, por el “trabajo conjunto”. “Es un orgullo, un honor, ser el presidente del Gobierno de este gran país”, reconoció.
Y, junto al homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia que se celebrará el próximo 16 de julio, Sánchez convocó “otro homenaje más duradero” para los fallecidos y quienes estuvieron en la primera línea de la batalla contra la pandemia: “Volver a levantar nuestro país desde la unidad”, demandó.
Como ocurrió, subrayó, con la aprobación del ingreso mínimo vital para los más vulnerables, “sin ningún voto en contra en el Congreso”. “Ahora toca la reconstrucción, la recuperación, que debe ser lo más rápida posible. Pero que no consiste en restaurar un viejo edificio para devolverlo a su estado anterior: debemos remozar el antiguo edificio de nuestra economía”. Para ello, propuso “poner en pie un nuevo Estado de bienestar” y, al tiempo, “poner en pie una nueva economía”.
En este sentido, confió en que lleguen a buen puerto las negociaciones abiertas el pasado viernes en la Unión Europea para el reparto y las condiciones del fondo contra la pandemia, que podría reportar a España hasta 140.000 millones de euros. “Contamos esta vez con una ventaja que no se dio en la anterior crisis y es la respuesta europea”, alegó. Europa, aseguró Sánchez, “ha aprendido la lección” de la crisis del 2008. “Esta vez, Europa debe salvar a Europa”, reclamó. “No me cabe duda de que es lo que vamos a lograr”, aseguró.
En el plano interno, también. “Estoy convencido de que España debe entenderse con España”, subrayó, en velada demanda al cierre de filas del PP. Y anunció que el Gobierno compartirá en los próximos días con todos los grupos parlamentarios la posición española en la negociación europea. “Y solicitaremos un respaldo activo a las posiciones del Gobierno de España”, señaló. “Europa debe vernos como somos, unidos en la defensa de los intereses nacionales”, insistió.
Para aplicar esta filosofía, Sánchez lamentó que “gastamos demasiadas energías, demasiado tiempo, en crear diferencias y divisiones y confrontación entre nosotros”. “Diferencias que luego resultan peor que inútiles, porque son dañinas”, denunció.
“Lo útil es unir fuerzas y propósitos, lo eficaz, lo que tiene sentido en estas horas tan críticas, es cooperar”, recetó. En cambio, lamentó que “esto no ocurre en la política”, donde “no se destila entendimiento”. Y criticó que “la política se convierta en un generador de confrontación, de provocación y odio”.
“A lo único que debemos renunciar es a la falta de respeto, al insulto, al acoso, a la amenaza, a la provocación. Por encima de las diferencias legítimas que nos separan, nos une una voluntad de convivir”, aseguró. Por ello, demandó “abandonar las formas crispadas y broncas en la vida política”. “La unidad ha salvado miles de vidas, y puede y debe salvar empresas y empleos”, insistió. “No tengamos miedo a avanzar ahora unidos”, reclamó el presidente del Gobierno.
EL ‘PLAN MARSHALL’ DE LA UE
“Tenemos la ventaja de la respuesta europea; esta vez, Europa debe salvar a Europa”
UNIDAD DE ACCIÓN INTERNA
“Las diferencias son dañinas, España debe entenderse con España”