Regreso a la pesadilla
El Espanyol recae en errores infantiles del pasado y ve frenada su remontada
El Espanyol no avanza de fase. Cuando parecía que su desescalada iba a alcanzar una nueva normalidad en la clasificación regresó la versión más pobre del equipo de Abelardo. Ante el Levante se dejaron tres puntos cruciales y de paso emborronaron la estela de crecimiento que habían proyectado en los dos últimos partidos. Si ante el Alavés ganó contra diez y frente al Getafe empató con diez, esta vez se vio superado por un Levante que, por momentos, sobre todo en el primer tiempo, pareció jugar con doce. Vuelve a las andadas el equipo perico en su eterna lucha contra el descenso. Solo los malos resultados de sus rivales directos serían un consuelo esta jornada.
El macedonio Bardhi fue el ejecutor del Espanyol en la tarde de ayer. Una pesadilla que provocó muchos de los males que sufrió el equipo perico. De sus botas nacieron las mejores ocasiones y fue quien desequilibró el partido en el segundo tiempo cuando parecía controlado por los blanquiazules. La imagen que el equipo de Abelardo ofreció en el inicio distó mucho de lo visto frente a Alavés y Getafe. Regresaron la inconsistencia defensiva, la falta de alternativas en ataque para generar peligro con continuidad y un nerviosismo que parecía ya superado. El
Levante, un equipo convencido de sus virtudes, acudió a Cornellà para zanjar definitivamente una salvación que ahora tienen más cerca. López no se amilanó en su propuesta y proyectó con acierto un partido para ser dominador. Lo logró en un inicio dubitativo de los de Abelardo, siempre incómodos con las múltiples alternativas de los valencianos entre líneas.
La entrada de Víctor Sánchez por la sanción de Bernardo provocó una descoordinación que recordó demasiado a lo vivido durante muchos partidos antes del parón. Una falta de contundencia en las áreas que potenció el Levante con mucha movilidad en la frontal. Persiguió fantasmas el equipo perico sin ser capaz de atar en corto a sus rivales. Bardhi dio el primer aviso con una buena internada y un disparo que Diego López acertó a rechazar. Sólo un minuto después, un afortunado Mayoral envió a gol un rechace que un equipo con mayor oficio no habría permitido.
El tanto incrementó la tensión en los blanquiazules, transparentes en defensa y opacos en ataque. Lo que no se le negará a este Espanyol es la fe en sus opciones. Nunca dejó de remar pese a que el barco tenía múltiples fugas. Con más ímpetu que ideas concretas logró adelantar líneas e igualar el partido en una jugada de laboratorio. Cabrera sacó desde la banda hacia el área como si de un córner se tratase y David López remató al segundo palo adonde no pudo llegar Aitor.
Sin merecerlo, el equipo de Abelardo se metió de lleno en el partido y a partir de ahí cambió su ánimo. El gol despertó al Espanyol, le hizo presionar con más acierto y poco a poco fue empequeñeciendo al Levante. Tras la reanudación el Espanyol ya había alcanzado su nueva normalidad. Se había liberado del confinamiento al que le había sometido su rival y se sentía pletórico. Embarba, Calleri y Víctor Sánchez rozaron el gol.
Sin embargo, todo se derrumbó con una nueva acción de Bardhi. López había dado entrada a Morales y Hernani para volver a proyectarse en ataque. Y antes de que el plan de López funcionase Bardhi sacó a relucir todo su talento y hundió definitivamente a los pericos. El macedonio se revolvió entre David López y Víctor Sánchez y batió de disparo cruzado al portero blanquiazul.
Abelardo fue menos diligente que López y lo pagó. Llegó tarde a los cambios el asturiano y su equipo se derrumbó como un castillo de naipes de un golpe. Diego López impidió en esos minutos una goleada visitante. Intentó el Espanyol inclinar el campo en busca de un punto necesario, pero lo que se encontró fue el tercer tanto en contra. Pedrosa, que acaba de entrar, remató hacia su propia portería tras un mal despeje. Más allá del resultado, la imagen de los pericos no fue la esperada en un día clave. En su mano estará demostrar que sólo ha sido un alto en un camino todavía transitable.
BARDHI, DECISIVO
El segundo gol del Levante derrumbó anímicamente al equipo de Abelardo, que vuelve a ser colista