Un juez obliga a Bolsonaro a ponerse la mascarilla bajo pena de multa
Jair Bolsonaro tiene que ponerse la mascarilla o será multado. El juez del Distrito Federal Renato Borelli ha dictaminado que el presidente brasileño tiene la misma obligación que cualquier ciudadano de Brasilia de usar ese elemento de prevención del coronavirus. Borelli admitió una demanda popular contra el mandatario y emitió un fallo que le insta a taparse la boca cuando transite por la calle y espacios públicos o al entrar en algún comercio. Si no lo hace, será multado con 2.000 reales diarios (341 euros).
Aunque en varias ocasiones y actos públicos ha usado la mascarilla, el líder ultraderechista se opone por sistema a las medidas de confinamiento y distancia social, recomendadas incluso por el ministerio de Salud, que han sido decretadas por gobernadores y alcaldes, ante la pasividad del gobierno central. Bolsonaro se ha mostrado reiteradas veces sin cubrirse la boca, estrechando manos, tomándose selfies y manteniendo contacto físico con sus simpatizantes, especialmente en las manifestaciones en su apoyo convocadas en el centro de Brasilia varios fines de semanas durante la pandemia. El presidente también acudió a una panadería de la capital, donde comió, tomó café y se hizo fotos con los empleados, que tampoco llevaban máscarilla.
El juez afirma que Bolsonaro “se muestra, como mínimo, irrespetuoso respecto al acto de aparecer en público sin el uso del equipo de protección individual, poniendo en riesgo la salud de otras personas”. El auto también recuerda al gobierno federal que los funcionarios públicos deben llevar mascarilla y conmina a las autoridades del Distrito Federal a fiscalizar que se cumpla la obligación de taparse la boca al transitar por el espacio público. “Como autoridad máxima del poder ejecutivo, el presidente de la República debe velar por el cumplimiento de todas las normas vigente en el país”, agrega el juez en su fallo, hecho público a última hora del lunes.
El gobernador del Distrito Federal, donde se ubica la capital, Ibaneis Rocha, decretó el 30 de abril la norma, aunque en una entrevista reciente se vio obligado a reconocer que en todo este tiempo la policía solo ha multado por desobedecerla, con la cantidad mencionada, a tres personas, entre ellos el ahora exministro de Educación, Abraham Weintraub, que dimitió la semana pasada. Weintraub participó sin mascarilla en las mismas manifestaciones que Bolsonaro, donde se pidió la disolución del parlamento y de la Corte Suprema, que condujeron a la denuncia contra el líder populista.
Brasil sigue siendo el segundo país del mundo –tras EE.UU.– en número de casos positivos y fallecidos por la Covid-19. Hasta el cierre de esta edición, el virus había causado 51.407 muertos y 1.114.000 contagios. A pesar de ello, Bolsonaro insiste en negar la gravedad de la enfermedad, como reiteró el lunes en una entrevista al canal Bandnews, donde tachó de “exagerada” la reacción mundial contra el coronavirus y pidió a gobernadores y alcaldes que reestablezcan la actividad económica. “Pido a los gobernadores y a los alcaldes de Brasil que, obviamente con responsabilidad, comiencen a abrir el comercio porque las nuevas informaciones que vienen de todo el mundo, que vienen de la OMS, junto a sus equivocaciones, muestran que tal vez hubo un poco de exageración en el tratamiento de este asunto”, afirmó el presidente.
El juez dice que el presidente brasileño es “irrespetuoso” y que “pone en riesgo la salud de otras personas”