Torra reunirá al independentismo antes de volver a la mesa de diálogo
Budó resta importancia la fecha de la cita con el Gobierno y frena las prisas de ERC
El president Quim Torra convocará una reunión de partidos y entidades independentistas antes de fijar una fecha para retomar el diálogo con el Estado. Ya hubo una cita similar en enero como antesala del primer encuentro de la mesa de negociación y se consensuó una única reivindicación común: autodeterminación y amnistía. El resto fueron reproches. El Ejecutivo catalán quiere una segunda cumbre antes de volver a sentarse frente al Gobierno central, según avanzó ayer la consellera portavoz del Govern, Meritxell Budó.
La propuesta no había sido trasladada a ERC pero los republicanos no tienen inconveniente alguno en actualizar la situación y analizar el nuevo escenario con el resto de partidos y entidades independentistas, más aún cuando lo que reclaman es una estrategia compartida.
La posibilidad de que la mesa de diálogo se vuelva a reunir este mes de julio está en el horizonte de la Moncloa y en el de Esquerra Republicana, pero desde Palau la también titular de la Presidència señaló después de la reunión del Consell Executiu que “no se trata de fechas, sino de contenidos”. “No tenemos que asegurar la fecha, sino que podamos hablar de todo, de autodeterminación y de amnistía”, añadió Budó, que abogó por una “reflexión conjunta” de formaciones y asociaciones soberanistas antes de “calendarizar” el segundo encuentro entre administraciones, que debería ser en Barcelona tras el celebrado en febrero en Madrid.
ERC, que pactó ese espacio de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat con el PSOE como condición para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, quiere que la reunión sea la primera quincena de julio, pero desde Junts per Catalunya no tienen la misma determinación y no comparten esa urgencia. De hecho, la portavoz del Ejecutivo catalán cree que el diálogo “es necesario” como también lo es “recuperar la confianza” y volvió a sacar a la palestra la necesidad de que haya un mediador “como en cualquier proceso de negociación en un conflicto político”. No obstante, reconoció que esa figura “se ve más necesaria” en las filas posconvergentes que en las republicanas, aunque ambos la votaron en el Parlament.
Budó justificó una vez más la petición de un relator en el hecho de que la confianza en el Gobierno de Sánchez ha quedado tocada por la pandemia del coronavirus, ya que, a su juicio, “se ha visto su talante recentralizador en la toma de decisiones, con la retirada de competencias” a las comunidades. En esa línea, también rechazó que se vuelva a decretar el Estado de alarma en caso de que haya un rebrote y una segunda ola de contagios en otoño.
Pero no sólo el mediador evidenció las diferencias entre los dos socios de Govern. El portavoz adjunto de ERC, Josep Maria Jové, afirmó ayer en Catalunya Ràdio que “no tiene dudas” de que la fecha de los próximos comicios al Parlament se pactará entre republicanos y posconvergentes y que ambos partidos mantienen contactos regulares. No obstante, Torra se mantiene hermético tanto para ERC como para Jxcat. Budó aseguró que “no le consta que se haya acordado tomar la decisión de forma conjunta” y reiteró que la competencia de la convocatoria electoral es únicamente del president.
La portavoz evitó más referencias a la cuestión electoral e insistió en que ahora el Ejecutivo catalán está centrado en la gestión de la crisis y no en la convocatoria de las próximas elecciones al Parlament. “Eso está en manos de Torra y cuando sea el momento ya nos los explicará él”, zanjó la consellera de la Presidència.
Los republicanos insisten en pactar la fecha electoral mientras que el president sigue hermético