Negro diagnóstico del Banco de España
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ve muy mal la coyuntura económica y social española. El impacto de la pandemia de la Covid19 provocará este segundo trimestre un descenso de más del 20% del producto interior bruto (PIB), después de haber retrocedido un 5% el anterior. El año puede acabar, sin embargo, con una caída del 15% si en el segundo semestre se registra una leve recuperación, tal como se espera. En cualquier caso, según sus propias palabras, es la mayor destrucción de riqueza que se ha producido en la economía española en tiempos de paz.
Si no hay un segundo rebrote de la pandemia, algo que nadie descarta, la economía española podría recuperarse en gran parte entre los años 2021 y 2022, aunque en ese año el PIB todavía estaría cuatro o cinco puntos por debajo del nivel del 2019.
La preocupación de Hernández de Cos por el corto plazo, sin embargo, es tan grande que recomienda prolongar los ERTE, tal como piden la patronal y los sindicatos, mantener y ampliar las ayudas sociales a los colectivos más desfavorecidos y hacer lo mismo con los préstamos del Instituto de Crédito Oficial a las empresas, además de facilitarles nuevos mecanismos de liquidez. Teme que pueda producirse un alud de quiebras y por eso, asimismo, plantea la necesidad urgente de la transposición de la directiva europea sobre reestructuración e insolvencia para que las empresas tengan acceso a un marco de reestructuración preventiva que les permita continuar con su actividad empresarial cuando aún son viables.
La gravedad de la situación actual, que puede provocar graves daños estructurales a la economía, es lo que explica la inédita defensa que hace el Banco de España de la agenda social, ya que nunca se había expresado en estos términos tan favorables a la misma. Lejos de sus habituales llamamientos a la ortodoxia económica en esta ocasión incluso recomienda moderación en la reducción del elevado endeudamiento público que se acumulará a causa de la crisis, y que puede llegar superar el 120% del PIB, y propone afrontar este proceso de consolidación fiscal de forma progresiva y paulatina en los próximos años.
Ante la situación tan dramática de la economía, el gobernador del Banco de España parece no entender los enfrentamientos partidistas entre las diferentes formaciones políticas mientras el barco se hunde. Por eso reclama unidad a los dirigentes políticos y vuelve a reclamar un pacto, por segunda vez, sobre una amplia agenda de medidas y reformas estructurales que presentó ayer ante la comisión del Congreso sobre reconstrucción social y económica. Algunas de sus propuestas, con toda seguridad, pueden generar polémica pero es ineludible dejar la guerra política de trincheras, debatirlas, mejorarlas y en su caso aprobarlas. El país necesita superar la actual fase de emergencia económico-social y afrontar un horizonte estable de progreso.
Hernández de Cos propone mantener y ampliar las ayudas sociales
y empresariales