El brote en una residencia de Lleida se detectó tras permitirse las visitas
Sanitat sostiene que los 18 afectados están aislados, y sus contactos, controlados
El brote de coronavirus declarado en una residencia privada de Lleida fue provocado por una visita, según la hipótesis de la directora del centro y del Departament de Salut, que ha activado el protocolo para prevenir nuevos contagios y ha iniciado un estudio epidemiológico para localizar los contactos de los infectados. El brote ha afectado a 13 residentes, cuatro de los cuales han sido hospitalizados, y cinco trabajadores. La residencia Castrillón no había registrado ningún positivo hasta que a mediados de la semana pasada aparecieron síntomas en diversos usuarios.
Los primeros casos se detectaron el 14 de junio, cuando se había autorizado la visita de familiares a los residentes, explicó Carme García, directora del geriátrico. “Aunque las visitas se ha hecho con absoluta seguridad y en la zona del jardín, los vectores del contagio en las nuevas fases son mucho mayores”, dijo. Una de las especulaciones –aunque no ha sido confirmada oficialmente– es que el contagio fuera provocado por el familiar de un residente que a su vez tiene vínculos familiares con un infectado en un brote producido en un matadero de la zona.
Meritxell Budó transmitió ayer un mensaje de tranquilidad al asegurar que los residentes y trabajadores que han dado positivo están aislados y sus contactos están controlados. Según la portavoz del Govern,
se está realizando “un seguimiento exhaustivo para controlar la propagación y garantizar los aislamientos necesarios”. Aunque en estos momentos las autoridades sanitarias no aprecian motivos de alarma, en una hipotética situación de descontrol localizada la Generalitat no descarta aplicar confinamientos como el de Igualada. “Si nos encontráramos en la necesidad de hacer una medida tan drástica como esta, el Govern de Catalunya lo volverá a hacer”, afirmó Budó.
La región sanitaria de Lleida presenta diferentes focos de inestabilidad al margen de la residencia Castrillón. En el hotel Rambla de la capital se alojan 42 personas en régimen de aislamiento, en su mayor parte temporeros de la fruta, siete de los cuales han dado positivo en Covid-19. Asimismo, en una granja escuela de Juneda habilitada como residencia de temporeros hay 24 personas contagiadas. Los datos mencionados corresponden al pasado lunes. Ayer, Salut notificó un total de 3.497 casos acumulados de Covid-19 en la región de Lleida, 24 más que en el anterior recuento, lo cual denota un descenso en la incidencia respecto a los repuntes precedentes.
Sin embargo, existe otro motivo de preocupación en el repunte de casos en zonas oscenses limítrofes. En este sentido, el Gobierno de Aragón ordenó ayer el retroceso a la fase 2 de la comarca del Bajo Aragón-caspe a causa de un incremento de positivos que afecta a trabajadores hortofrutícolas. Esta medida se aplicó el lunes a las comarcas Cinca Medio, Bajo Cinca y La Litera. En la provincia de Huesca se han detectado al menos 78 contagios desde que expiró el estado de alarma. Según Meritxell Budó, los brotes de Lleida no guardan relación con la situación de Huesca, con lo que el Govern no plantea endurecer los criterios de movilidad. Pero, “como que es un riesgo que está sobre la mesa, estamos encima de él para controlarlo”, precisó la consellera.
Entre los rebrotes más significativos en España figura el de una residencia de Plasencia, con 22 personas aisladas. Por otra parte, al menos seis trabajadores de una empresa de Rafelbunyol (València) dedicada al procesado de pollo y conejo han dado positivo, entre las 200 PCR practicadas en la planta, con medio millar de empleados, el pasado viernes.
En otro orden, Fruita amb Justícia Social i SOS Racisme exigieron el cese de “las constantes y racistas batidas policiales” que, dicen, afectan a los temporeros de Lleida.
Aragón ordena el retroceso a la fase 2 de otra comarca oscense limítrofe con Catalunya