Oxfam alerta de que la Covid-19 dejará 700.000 pobres y más desigualdad
Las personas con menos ingresos perderán ocho veces más renta que los más ricos
“La Covid-19 ha fulminado los avances en reducción de las desigualdades conseguidos en los últimos años; las personas pobres podrían perder ocho veces más renta que las más ricas”, alertó ayer Lara Contreras, responsable de relaciones institucionales de Oxfam Intermón, en la presentación del informe “Una reconstrucción justa y necesaria es posible”. La oenegé ha dibujado el escenario que afrontará España si el PIB cae un 9% y el paro aumenta hasta el 19%, según estimaciones de diferentes organismos internacionales y nacionales. En tal caso, el número de pobres aumentaría en 700.000 en el conjunto de España, situándose en un total de 10,8 millones de personas, y en más de 93.600 en Catalunya.
Oxfam Intermón ha utilizado en esta investigación la tasa de pobreza relativa, que pasaría del 21,5%, del 2018, al 23,1% post-covid, con una subida de 1,6 puntos, si se cumplieran las citadas previsiones a lo largo de este 2020. Cabe apuntar que en los primeros años de la anterior crisis económica, la pobreza relativa afectaba al 19,8% de la población y tuvo su punto más álgido en el 2016, cuando alcanzó al 22,3%. Desde entonces había descendido.
Iñigo Macías-aymar, coordinado de investigaciones de la entidad y coautor del estudio, detalla que las personas que sufren pobreza relativa “son las que reciben menos del 60% de los ingresos medianos”. Si en el conjunto de España se situaría en el citado 23,1%, en comunidades como Extremadura, Andalucía y Canarias se dispararía hasta el 39’19%, 33,85% y 33,46%, respectivamente. Es en Andalucía donde más crecería en cifras absolutas el número de pobres, en concreto, 201.000. En porcentaje, Baleares registra la subida más importante, del 11,6%, seguida de Castilla y León, con casi el 11% (ver gráfico).
En el otro extremo están los 23 milmillonarios españoles de la lista Forbes, que entre el 18 de marzo y principios de junio pasados “han visto aumentar el valor de su riqueza en algo más de 19.200 millones de euros”. Andalucía, Canarias y Extremadura es donde se observan mayores diferencias en la renta mientras que Navarra, País Vasco y Aragón están en el extremo contrario.
El impacto de la pandemia ha sido muy dispar cebándose con especial virulencia entre los colectivos que apenas llegaban a final de mes, migrantes sin papeles que subsistían en la economía sumergida, y mujeres.
Oxfam reclama que para no acabar en el peor escenario sería recomendable abordar la fase de reconstrucción poniendo medidas disuasorias de la precarización laboral. Las ocupaciones inestables y de mala calidad afectan especialmente a los migrantes, muchos sin papeles, por lo que la entidad reclama abordar “un proceso de regularización administrativa amplia que permita el acceso al permiso de trabajo y residencia por razones extraordinarias, independientemente de los requisitos de la actual ley de Extranjería, como medida más eficaz para garantizar que pueden acceder a un empleo formal en condiciones dignas, y al ingreso mínimo vital en los casos que corresponda”.
Los 23 milmillonarios de ‘Forbes’ “han visto aumentar el valor de su riqueza en 19.200 millones de euros”
La oenegé propone medidas fiscales para recaudar 10.000 millones de euros adicionales
Otro dato preocupante es que la tasa de paro de los ciudadanos procedentes de países extracomunitarios podría ser diez puntos superior a la de los nacidos en España este año.
Contreras también reclamó “resolver favorablemente todos los expedientes de los solicitantes de asilo”. El reciente informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) recordaba que hasta el momento se acumulaban 140.000 casos de personas que piden protección internacional en España.
Las propuestas de la oenegé para que los daños post-covid-19 sean menores pasan “por medidas tributarias excepcionales que atenúen la caída de ingresos derivada del parón económico”, así como “reformas fiscales de mayor calado, más estructurales, que se centren en gravar de manera efectiva el capital, la riqueza y los beneficios de las grandes empresas”.
Una vieja reivindicación es el impuesto sobre transacciones financieras “que grave productos especulativos de manera amplia y cuya recaudación se invierta en la lucha contra la pobreza dentro y fuera de España”, así como condicionar las ayudas públicas a las empresas a que estas tengan un comportamiento fiscal responsable, además de otras reformas tributarias que compensen el descenso de ingresos causado por el parón económico. Todo ello debería llevar a recaudar 10.000 millones de euros adicionales.