“Siempre vamos cortos de ingresos para los sintecho”
La Fundació Arrels se está preparando para posibles rebrotes del virus con la ampliación de su capacidad para alojar a personas sin techo.
¿Qué fallos en el sistema de atención a las personas sin techo ha evidenciado la Covid-19?
No se calculó bien que cerrar pensiones y hoteles baratos abocaría a gente a la calle, a los que viven de la economía de supervivencia. Y los que ya dormían al raso, los más desprotegidos, se quedaban con poco margen de maniobra para alimentarse al tener que bajar la persiana los bares y algunos comedores sociales, sobre todo al principio del confinamiento.
¿Cómo afronta Arrels la nueva normalidad ?
Estamos analizando cómo gestionamos el centro abierto para garantizar la seguridad de todos. Los ciudadanos sin techo necesitan un lu
gar para no estar todo el día en la calle, por eso estamos viendo cómo implantamos las medidas para asegurar la distancia requerida. Estas semanas sólo los más vulnerables podían entrar dentro para descansar, pero poco a poco vamos recuperando los servicios y ampliaremos los horarios.
¿Qué necesidades tienen las personas sin techo en estos tiempos de posconfinamiento?
Cabe abrir más espacios pequeños y repartidos por toda la ciudad. Locales para dormir para 10 o 15 personas, como nuestro Pis Zero.
La Covid-19 ha dejado más sintecho.
Sí, nosotros contamos 1.200. El gran miedo es que las personas que se han alojado en los recursos de emergencia habilitados para el confinamiento acaben en la calle cuando se cierren.
¿Se preparan para rebrotes?
Sí, reactivaremos los equipos de calle, ofreceremos más alojamientos, un nuevo Pis Zero, ampliaremos la capacidad de la Llar Pere Barnés...
¿Disponen de recursos para ello?
Siempre vamos cortos de ingresos, el 70% de nuestro presupuesto, cuatro millones de euros, procede de aportaciones privadas.