Relevo pactado en la alcaldía de Manresa

Con su fair play habitual, el hasta ayer alcalde de Manresa, Valentí Junyent, se ha despedido de los manresanos nueve años después de que tomara el mando de la capital del Bages bajo el paraguas de Junts per Manresa. Le releva en el cargo el republicano Marc Aloy, que le venció en la batalla electoral por diez votos de diferencia. Después de la reñida contienda, ambos pactaron el relevo para un año después de las elecciones, y ese momento ha llegado. En su adiós, Junyent ha celebrado el trabajo realizado, sin olvidar los retos que debe asumir la ciudad. Así, ha reivindicado la necesidad de que Manresa encuentre el encaje en la nueva estructura administrativa de Catalunya y que, “de una vez por todas, se haga efectivo el despliegue de las veguerías para que nuestra ciudad pueda ser, por ley, lo que ya es de hecho: la capital de la Catalunya central”. El alcalde saliente considera que la ciudad está preparada y “sería un acto de justicia para los ciudadanos, pero también para el Bages y el resto del territorio”.

También ha recordado Junyent que el camino no ha sido fácil. Empezó durante la crisis inmobiliaria y concluye recién terminado el estado de alarma por la Covid-19. Entre tanto, este gestor deportivo ha navegado como mejor ha podido, sin cómodas mayorías, capeando crisis y con escasos recursos. Gobernó en minoría su primer mandato, arañando acuerdos a base de diálogo y cesiones; luego, a rebufo soberanista, llegaron los pactos con ERC, y hasta ayer. Tras el discurso de despedida, el arquitecto Marc Aloy (ERC) asume la alcaldía de manera accidental hasta tomar posesión el próximo sábado. No lo hará en el Ayuntamiento; los nuevos tiempos y las pertinentes distancias sociales de seguridad han aconsejado trasladar el acto al emblemático teatro Kursaal.