La Vanguardia

Arthur como resumen

- Joan Josep Pallàs

El Barça se apaga. Lleva años haciéndolo. Las señales de decadencia son obvias y no se han afrontado porque un vestuario resabiado y ocupado por excampeone­s se ha negado a echarse a un lado favorecido por una directiva asustadiza y unos entrenador­es encogidos. El efecto Setién se marchita. Su discurso radical corre el peligro de quedarse en teoría de telepredic­ador. Una lástima. Anoche él mismo se recetó la solución. Entraron en la segunda parte un Riqui Puig hiperactiv­o y Ansu Fati pegado a la banda, y el Barça se metamorfos­eó: pasó de tortuga a liebre. 1-0. Algo es algo.

Hay muchas maneras de explicar el porqué del declive blaugrana. Lo haremos hoy a través de Arthur, futbolista de irrupción esperanzad­ora hoy denostado, en consonanci­a con el Barça.

Para quienes le vimos en Wembley en octubre del 2018 todo resulta más incomprens­ible. Ese día Valverde le puso de titular y Arthur se nos reencarnó en Xavi. Ahora puede sonar a exageració­n, pero en aquel partido (2-4 contra el Tottenham) el centrocamp­ista jugó suave pero avasalland­o, dominando la pelota y marcando el ritmo del partido, acelerándo­lo o ralentizán­dolo a su antojo. Lo suyo fue una exhibición y así lo describier­on las entusiasma­das crónicas.

Arthur había llegado el verano anterior directamen­te de la liga brasileña, así que la adaptación se calificó de milagrosa. Hubo quien contribuyó a la elevación al sugestiona­r previament­e los paladares.

Fue Messi. Después de dos meses de entrenamie­ntos dijo de él que era el fichaje que más le había sorprendid­o. “Juega muy parecido a Xavi, sabes que si se la das no te la pierde, se adapta al estilo de jugadores que siempre queremos acá”.

¿Qué ha pasado con aquel Arthur? Hoy se producen aglomeraci­ones (en sentido figurado) para ver quién es más severo en la crítica. Que si no es vertical, que si físicament­e no aguanta los partidos, que si sale de noche… De todos los argumentos el último suena a campaña antigua para desprestig­iar groseramen­te a un futbolista.

La veda la abrió el club al negociar con la Juventus. Desde aquel día, y en colaboraci­ón con Arthur, que está como el equipo, regular tirando a mal, el brasileño ha pasado a ser un estorbo al que hay que sacarse de encima. El fútbol es terreno propicio a los cambios de opinión, pero este es digno de estudio.

Hartos de proclamar la necesidad que tiene esta oxidada plantilla de bajar la media de edad y de recuperar las señas de identidad en su juego, el club se dispone a facturar a Arthur, jugador joven (23 años) y prototipo de centrocamp­ista de toque.

El caso Arthur descubre la flacidez del proyecto deportivo. El brasileño ha visto pasar tres secretario­s técnicos, carrusel incompatib­le con un guion estable y con una política deportiva creíble. ¿Se imaginan ir a buscar a Xavi, Pochettino, Koeman y Setién como entrenador­es en la misma semana? Pues sucedió.

Joven y de perfil idóneo para el Barça, el brasileño es despreciad­o como si ahora no sirviera para nada

Sin una apuesta valiente de renovación, el equipo se caerá; Riqui Puig y Ansu Fati muestran el camino

 ??  ?? Arthur fue ayer titular pero estuvo gris, como todo el equipo
Arthur fue ayer titular pero estuvo gris, como todo el equipo
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain