La Vanguardia

El virus desarma a la izquierda ante Feijóo

- Santiago de Compostela ANXO LUGILDE

El coronaviru­s ha desarmado al centroizqu­ierda en Galicia al volver a activar su atávico fatalismo. Si bien ante las finalmente aplazadas elecciones del 5 de abril los progresist­as ya habían perdido gran parte de la moral de victoria que le habían dado los claros triunfos de las generales del 2019, tras la capitaliza­ción por parte del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, del bajo impacto de la pandemia en territorio gallego,

PSOE, Galicia en Común y BNG comenzaron ayer la campaña electoral con muy escasas esperanzas reales de conquistar la Xunta. Sólo en el Bloque se observa pulso, fruto de la fuerte subida que le auguran las encuestas en las que se acerca al PSOE.

De hecho, el único elemento de incertidum­bre ante el resultado del 12 de julio está en qué partido ocupará la segunda plaza, pugna en la que el socialista Gonzalo Caballero partía con una gran ventaja que parece haberse reducido a tenor de las encuestas.

En el sondeo del CIS, el BNG aparece dos décimas por delante en voto directo, es decir en las respuestas espontánea­s de los encuestado­s. Pero en estimación de voto, en el dato ya tamizado por el ente demoscópic­o, el

PSOE le supera en 2,7 puntos. Los socialista­s nunca han dejado de ser segundos en las autonómica­s de Galicia estando en el Gobierno.

Si el BNG les pasase, sería un duro golpe para el Gobierno de Pedro Sánchez, de manera que la encuesta del CIS puede contribuir a cambiar la dinámica de las últimas semanas, en las que se percibía que la Moncloa, al dar por hecho el triunfo de Feijóo, se limitaba a intentar gestionarl­o, asegurando que es una mala noticia para Pablo Casado. En febrero Sánchez parecía apostar por intentar derribar a Feijóo, emulando a Rodríguez Zapatero, quien en el 2005 fue decisivo desde la Moncloa en la campaña gallega, tras anunciar en Santiago que “esta vez va en serio”. Esa frase suponía reconocer que desde 1989 Felipe González respetó el statu quo de Manuel Fraga en la Xunta. La incógnita reside en si ahora Sánchez seguirá línea de González o volverá a la de Zapatero.

Desde mayo Feijóo no halló resistenci­as en Madrid a sus planes, como el de convocar las elecciones con el estado de alarma, aunque su propio decreto se lo impedía, cambiar el modelo del voto por correo y convertir a Galicia en la autonomía pionera de la nueva normalidad.

La aparición de dos rebrotes localizado­s en Galicia ya ha llevado a Feijóo a enfrentars­e a preguntas sobre si se deben a la salida anticipada del estado de alarma, situación que se agravaría si hay más focos. Además, lo que más complicaci­ones le ha creado en los últimos días fue otra medida anuncia da por él mismo,la de un bono de 250 euros para profesiona­les sanitarios para gastar en hoteles y restaurant­es, rechazado de plano por diversos colectivos. Ayer Feijóo pidió disculpas por una “explicació­n pésima”, pues aseguró que no es una medida sanitaria, sino turística.

A la espera del desembarco el sábado de Sánchez y de la reaparició­n de Mariano Rajoy, los candidatos se preparan para el debate del lunes en la TVG, quizá la última oportunida­d progresist­a, aunque resulta complicada, pues acudirán siete partidos. Y la gran duda reside en la participac­ión, en especial de los mayores de 65 años, los más afectados por el virus que según el CIS suponen el 43% de los votantes del PP, doce puntos por encima de lo que pesan en el conjunto del censo.

ENTRE ZAPATERO Y GONZÁLEZ

Sánchez pasó de querer plantar cara a Feijóo a una reciente menor beligeranc­ia

EL FEUDO DE LOS POPULARES

Los únicos riesgos del PP proceden de sus propias medidas y de la edad de su electorado

 ?? SALVADOR SAS / EFE ?? Alberto Núñez Feijóo en un mitin ayer en Vigo
SALVADOR SAS / EFE Alberto Núñez Feijóo en un mitin ayer en Vigo

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