Amplio respaldo a la nueva normalidad
Después de varias semanas de duros reproches y acusaciones mutuas en el Congreso entre el Gobierno y el Partido Popular, ayer finalmente el principal partido de la oposición decidió dar un apoyo crítico al decreto ley de nueva normalidad que sustituirá al estado de alarma. El voto favorable popular se unió al ya anunciado del PNV y de Ciudadanos, mientras que ERC y Jxcat se alinearon en el bloque del no. El decreto ley obtuvo un amplio respaldo, al lograr 265 votos a favor, 77 en contra y 5 abstenciones.
Intensas negociaciones de última hora entre el PSOE y el PP fructificaron en un pacto por el que los populares apoyarían el texto después de que los socialistas aceptaran tramitarlo como proyecto legislativo por la vía de urgencia, lo que permite presentar enmiendas. Era una demanda que también había planteado Ciudadanos.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, defendió la necesidad de este decreto ley, cuyas normas serán aplicadas por las comunidades autónomas, y recordó que la norma estará vigente hasta que el Gobierno decrete el final de la emergencia sanitaria en coordinación con las autonomías. El decreto ley regula el uso obligatorio de mascarillas en lugares cerrados y en espacios públicos si no puede haber una distancia de seguridad de 1,5 metros, así como el desarrollo de planes de contingencia ante posibles rebrotes y un reforzamiento de la atención primaria. El trámite parlamentario permitirá introducir otros aspectos económicos y sanitarios.
El apoyo de casi toda la Cámara a este decreto no pone fin a los enfrentamientos entre el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos y la oposición, especialmente el PP y Vox, muy críticos con la gestión gubernamental de la pandemia, pero puede indicar un movimiento por parte del partido de Pablo Casado, que ayer marcó distancias respecto de Vox. El líder de la oposición aludía a la responsabilidad de su formación como partido de Estado en este tema y también en su apoyo a Nadia Calviño para presidir el Eurogrupo. Casado afirma ahora defender pactos puntuales en cuestiones de Estado con el Gobierno. De realizarse, se trataría sin duda de una buena noticia pues el país necesita en estos momentos, y así lo están reclamando los agentes económicos y sociales, acuerdos entre los partidos políticos para aprobar las medidas que permitan la reconstrucción de España tras la pandemia. En este sentido el Partido Popular dice también estar dispuesto a pactar con el PSOE algunas conclusiones de la comisión para la Reconstrucción, lo que, de materializarse, allanaría el camino para lograr un acuerdo transversal para la recuperación económica de España.
El holgado respaldo recibido por el decreto ley ha vuelto a poner de manifiesto que, jugando a la geometría variable, Pedro Sánchez ha sabido ir encontrando estas semanas los aliados necesarios en cada ocasión para sacar adelante las sucesivas prórrogas del estado de alarma y ahora el decreto ley para la nueva normalidad. Este decreto y las primeras conclusiones de la comisión de Reconstrucción muestran un cambio de alianzas en el Congreso que preocupa a ERC y a EH Bildu –aliados de investidura de Sánchez–, que ayer votaron en contra.
Los republicanos acusan al Ejecutivo de no estar dispuesto al diálogo y califican su voto negativo de “aviso para navegantes”, en alusión a la necesidad de que Sánchez puede tener de los votos de ERC con la vista puesta en los presupuestos. Es también la constatación de su enojo porque el Gobierno les haya ignorado y haya preferido pactar con fuerzas como Ciudadanos, y todo ello cuando ERC está reclamando la reanudación de la mesa de diálogo para el próximo mes de julio.
Al sumar 265 votos, el Gobierno de coalición intenta transmitir sensación de estabilidad y concordia, pero más allá de si se concreta un posible cambio de alianzas, todo dependerá de la actitud futura que adopte cada partido en la negociación de los presupuestos generales del Estado del 2021.
El PP apoya el decreto ley y ERC vota en contra, enojada por los pactos de Sánchez con la derecha