Ella destruye pero no decepciona
Existen dos maneras de recomendar Podría destruirte de HBO. Una es hablar de la temática con pelos y señales. Es tentador. Es una serie que conecta mucho con el presente, con las conversaciones que tienen lugar en redes, con los discursos en desarrollo en la sociedad. Es el ahora. Revelar detalles de la trama, sin embargo, comporta mirar las primeras escenas sabiendo todo aquello que acabará pasando, conocer el punto de partida antes de tiempo. Eso no solo coloca al espectador en una situación ventajosa respecto de la protagonista, una escritora millennial que se llama Arabella (Michaela Coel), sino que elimina la posibilidad de sorprenderse con el conflicto que propone la autora (la misma Coel), vivir la situación y quedar boquiabierto porque se desmarca de aquello en que suponemos que es una comedia, aunque sea dramática (como casi todas las comedias que captan la atención de los críticos). Por eso me abstendré de mencionar el conflicto en cuestión, hinchando sin querer las expectativas del lector pero consciente que el resultado no decepcionará (y, de paso, esperando que el misterio empuje a ponerse el primer episodio).
Y Podría destruirte no decepcionará porque Arabella, desde el momento que el espectador se la encuentra volviendo de Italia, ya transmite que es de carne y hueso. Quizá es porque Coel se inspira en ella misma y sus vivencias, quizá es porque sencillamente tiene talento como había demostrado con la serie Chewing Gum. No decepcionará porque la experiencia de Londres es otra, filtrada por sus ojos, los de una mujer joven y negra. Ella no tiene prejuicios a la hora de hablar de relaciones sentimentales o de una vida nocturna de excesos. Y sobre todo no decepcionará por cómo combina la comedia y el drama, dejando que ambos géneros se tiñan las escenas constantemente. Uno puede pensar que eso suaviza los giros de la historia y, en cambio, mantienen la potencia, sabiendo que aquello que explica tiene importancia y dejando en evidencia las obras que supuestamente son más serias. Vaya, que esta serie es honesta e imprescindible.