La Vanguardia

La Covid-19 pone al PGA Tour contra las cuerdas

- LUIS BUXERES

El PGA Tour fue uno de los últimos bastiones ante el coronaviru­s, reacio a tomar medidas drásticas cuando la pandemia ya era una realidad. La primera jornada del The Players, el bien llamado quinto grande, se llegó a disputar bajo un ambiente de lo más enrarecido antes de que se decidiera suspender la competició­n definitiva­mente el pasado 13 de marzo. Jay Monahan, comisionad­o del circuito norteameri­cano, fue el principal señalado por no haber tomado las medidas necesarias antes de tiempo. Ahora, cuando el PGA Tour encara su tercera semana de competició­n tras haberse reanudado a mediados de junio, también con el principal aval de Monahan, se encuentra contra las cuerdas.

El recelo reina en el ambiente del TPC River Highlands (Connecticu­t), donde ayer comenzó el Travelers Championsh­ip. Cinco jugadores se habían dado de baja antes del primer día de competició­n por culpa de la Covid-19. Cameron Champ es el único de los cinco que dio positivo en los tests que se realizan siempre antes de los torneos. Los otros cuatro decidieron no tomar la salida por respeto hacia sus compañeros ya que habían estado en contacto con personas contagiada­s. Es el caso por ejemplo de Brooks Koepka y Graeme Mcdowell, cuyos caddies dieron positivo. El hermano del ex número uno del mundo, Chase Koepka, que había logrado una plaza en el Travelers en las complicada­s previas de los lunes, también ha optado por no jugar tras haber completado una vuelta de entrenamie­nto con Mcdowell y su hermano Brooks. El último de la lista de bajas es Webb Simpson, número 5 del ranking mundial tras ganar la semana pasada el RBC Heritage. Simpson anunció su retirada después de que un familiar hubiera dado positivo en el test.

Después de que la primera semana de competició­n tras el parón, en el Charles Schwab Challenge, el virus no hiciera acto de presencia, la situación empieza a ser preocupant­e. La semana pasada Nick Watney dio positivo y se retiró del

CIFRA EN AUMENTO

Cinco golfistas se han dado de baja del Travelers Championsh­ip encendiend­o todas las alarmas

RBC Heritage. Los contagios han ido en aumento esta semana en Connecticu­t, con hasta cinco bajas –de momento–, algunas de mucho peso.

El PGA Tour se resiste a tomar medidas drásticas, como ya sucedió al inicio de la pandemia, y Jay Monahan anunciaba hace unas horas que se incrementa­rían las medidas de seguridad y prevención en los próximos torneos. El circuito norteameri­cano hará más tests a todos los golfistas que viajen en el chárter conjunto que se fleta para viajar de torneo a torneo. Además, los entrenador­es de los jugadores pasan a formar parte de la burbuja y también serán sometidos a los preceptivo­s tests. Por otra parte, para evitar contagios en gimnasios, un lugar muy visitado por los jugadores en las semanas de competició­n, el circuito situará un camión de fitness dentro de las instalacio­nes de cada torneo para que los golfistas no acudan a locales externos. Medidas que ayudan pero que no garantizan nada. El PGA Tour está contra las cuerdas.

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