Wes Gordon: “Los desfiles serán más íntimos en el futuro”
Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera
En menos de dos años Wes Gordon (Chicago, 1987) se ha convertido en el último al niño mimado de la moda americana, adorado por un selecto club de actrices de Hollywood, y abanderado del colectivo LGTBI sobre la pasarela. Cuando nadie se veía capaz de ceñirse la corona de Carolina Herrera, él la enamoró en menos de doce meses. El nuevo chico de oro del grupo Puig ha concedido una entrevista a Magazine Lifestyle, que se publica íntegra en la versión digital.
Carolina Herrera dijo de usted que era “un encantador chico del sur”. ¿Qué importancia que tiene el Sur en su trabajo?
Me mudé a Atlanta cuando tenía 9 años. Así que llegué al Sur como forastero y he llegado a apreciar su lado romántico. Atlanta es una gran ciudad moderna, pero a la vez está llena de nostalgia y romance. Todo tiene un ritmo mas lento. Sus habitantes priorizan la estética, también en la ropa: hay un orgullo en la apariencia. Hay un sentimiento vaporoso, esa nostalgia de viejo Sur, que no encuentras en ninguna otra parte del país.
Pero su musa es Nueva York.
Por dos motivos: cuando empecé en la firma, un cuadro de Mrs. Herrera colgaba en el estudio, y, al verlo, no podía dejar de pensar que una mujer llegada de Venezuela había acabado convirtiéndose en modelo de la neoyorquina icónica: instalada en el Uptown, que cenaba con Andy Warhol y Jean Michel Basquiat o Steve Rubell, copropietario de Studio 54. La Nueva York de los años 70 y primeros 80 fue una versión muy americana de la café society … Y la segunda razón es que Nueva York tiene un lado mágico. Desde que era niño he deseado vivir allí. Nunca sabes lo que vas a encontrar. Camino mucho para ir al trabajo, y a menudo me inspiro en una mujer y su ropa. Porque hay una personalidad y una actitud en Nueva York intrínsecas a la ciudad, genuinas.
Su marca va muy unida a la ciudad, y por tanto quiere representar a la mujer neoyorkina…
La mujer Herrera es la que lleva un traje rosa chillón cuando todos los demás visten de negro. Es una actitud –seguridad, espíritu….– que es muy neoyorquina. Se trata de vestirte de una manera que te complazca, y no por que creas que a otra persona le va a gustar. Esa mujer no busca pasar desapercibida ni ser olvidada. Es la actitud de Nueva York.
¿Hay que ralentizar la moda, hacer menos colecciones como afirma un grupo de diseñadores?
Muchas marcas intentan llegar a todo el mundo, sin distinguir, pero el resultado no tiene solidez. Si yo empezase ahora a hacer ropa de deporte, o pijamas, porque pienso que eso es lo que uno quiere comprar pasada la cuarentena, sería lo mas irrespetuoso que podría hacerle a esta casa, al legado de Mrs. Herrera. Creo que ahora mas que nunca tenemos que decir, con confianza, que hacemos ropa especial, fabulosa. No hacemos básicos. Hacemos ropa preciosa, que te hace soñar.
¿Cómo es la experiencia de trabajar con el grupo catalán Puig? Son maravillosos; tenemos muy buena relación. Guardan muchísimo respeto por la casa Herrera, y todo lo que emprenden, ya sea CH, perfumes o cosmética, se hace con el objetivo de elevar a la marca. Nunca he visto a un grupo con tanto respeto por una firma.
GRUPO PUIG
“Tenemos muy buena relación; nunca he visto a un grupo con tanto respeto por una firma”
Existe hoy un gran debate entorno al racismo en su país. Usted también se adhirió a la cadena de pantallas en negro en IG, bajo el lema “Black Lives Matter”…
La llama que encendió todo esto fue la terrible y repugnante tragedia de Minneapolis. La hija de George Floyd fue al funeral y dijo: “mi padre cambió el mundo”. Quizá esa era la llamada de atención que necesitábamos para reflexionar cómo podemos mejorar.
Este reconocimiento de la diversidad es una de sus aportaciones más relevantes a la marca.
Es esencial para mí. En el mundo en que vivimos todo el mundo quiere ser moderno, pero uno no puede serlo sin ser inclusivo. Para mí Herrera es una fiesta fabulosa en un mundo fabuloso, pero es una fiesta a la que todos están invitados.
Vistió a Lena Waithe para la gala del Met con la bandera arcoiris del colectivo LGTBI.
Para la Gala del MET del 2018 trabajamos con Lena en la creación de un traje que la hiciera sentir bien y cómoda con ella misma, y así surgió el esmoquin negro hecho a medida combinado con una preciosa capa de seda multicolor, el homenaje de Lena a la comunidad LGTBI.
¿Y cómo resultó la experiencia de vestir a Rosalía?
¡Fue súper divertida! Hicimos dos
outfits para ese evento: uno de lunares que llevó en la alfombra roja y un traje de satén negro para actuar. Desde mi llegada he intentado impulsar la idea de que cualquier mujer puede ser una mujer Herrera. Hemos hecho cosas maravillosas tanto con Meghan Markle como con Gwyneth Paltrow o Rosalía.
¿Es Rosalía especial? ¿Renueva la imagen de la marca?
Sí, desde luego. Creo que es un gran talento, y una mujer muy moderna.
Desafía la idea que determinada gente puede tener de la mujer Herrera clásica, y eso me gusta…
¿El formato de desfile, para un público reducido de compradores y prensa, es la única manera de presentar las colecciones?
La pasarela provoca muchas cosas: genera conversaciones íntimas y grandes debates globales. Tenemos que encontrar nueva propuestas para esa intimidad, los momentos en los que se ve la ropa en persona, se puede tocar y sentir. Los críticos de moda y compradores necesitan esa experiencia física. Así que, en adelante, vamos a tener que organizar nuevos formatos de presentación y citas más íntimas, igual con solo una o dos personas.
COLABORACIÓN CON ROSALÍA “Desafía la idea que determinada gente puede tener de la mujer Herrera clásica”