Refuerzo estival de 400 policías para Barcelona
la actividad comercial irregular (la venta ambulante no autorizada tanto de artículos como de bebidas). El teniente de alcalde pidió a la ciudadanía que respete las indicaciones de baño, la disciplina en el uso de vehículos personales y que cumpla las normas de convivencia en las actividades nocturnas de ocio, otro de los ámbitos que se vigilan más en época estival.
La sustracción de enseres personales es uno de los riesgos a los que se exponen los bañistas. Las patrullas a pie tratan de evitar este tipo de hurtos. Pero no siempre lo logran. Los agentes disponen de kits para que las víctimas de estos hechos puedan regresar con unas mínimas condiciones a sus casas u hoteles. Se trata de una bolsa que contiene unas chanclas, una camiseta blanca con el logo del Ayuntamiento, unos pantalones y un billete válido para un viaje en transporte público. El año pasado se entregaron unas doscientas unidades.
La respuesta a los robos y hurtos, además de policial, ha de ser legal, recordó Batlle. En este sentido, recordó que antes de la pandemia mantuvo una reunión en Madrid con el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, en la que le presentó una propuesta de modificación del Código Penal con el fin de introducir el agravante de multirreincidencia. Asimismo, señaló que se ha planteado a la Fiscalía que en determinados casos se acuse a los implicados por pertenencia a bandas criminales organizadas. De todos modos, el teniente de alcalde recordó que la competencia en seguridad es “fundamentalmente de los Mossos
d’esquadra” cuerpo con el que, aseguró, la Guardia Urbana tiene “una excelente relación”.
El año pasado, la unidad de playas de la Guardia Urbana intervino más de 170.000 bebidas de venta ambulante e interpuso 18.000 denuncias
relacionadas con este tipo de venta no autorizada. También cursó 144 denuncias por no respetar las indicaciones de baño y 3.633 por uso indebido de vehículos de movilidad personal, como bicicletas o patinetes.