La Vanguardia

El Gobierno solo suma a Cs a las propuestas de reconstruc­ción

El único gesto del PP se limita a la abstención en los documentos sobre sanidad y UE, mientras que el Ejecutivo pierde el apoyo del PNV y ERC por considerar los planes recentrali­zadores

- CARMEN DEL RIEGO TONI BATLLORI

Lo que Pedro Sánchez concibió como unos nuevos pactos de la Moncloa se han quedado en una serie de medidas aprobadas por las dos formacione­s que sostienen al Gobierno: PSOE y Unidas Podemos, a las que se unió Ciudadanos –que apoyó todos los documentos menos el de política social– siguiendo la estela de lo que ha hecho en los últimos meses, con su apoyo al Gobierno sobre todo en las últimas prórrogas del estado de alarma. Pero esta incorporac­ión de Cs al consenso, lejos de dar más estabilida­d al Gobierno, aleja a algunos de sus socios, como PNV y ERC, y hace que los de Pablo Iglesias no se encuentren cómodos pactando con el partido de Arrimadas, aunque lo crean necesario.

Cs es el único partido al que el PSOE ha conseguido atraer al consenso, porque el PP, quien hasta el último momento barajó la posibilida­d de apoyar, al menos el documento referido a sanidad, al final se abstuvo, al no ver aceptadas sus revindicac­iones principale­s. También se abstuvo en el texto sobre la Unión Europea, y votó en contra de las medidas de reactivaci­ón económica y en las de política social. Los partidos nacionalis­tas, independen­tistas e incluso regionalis­tas se desmarcaro­n del pacto por considerar que muchas medidas, sobre todo sobre sanidad y política social, invaden sus competenci­as y que hay un afán recentrali­zador.

Pese a todo, los grupos se emplazaron a seguir dialogando para ver si el pacto es posible antes de que el pleno vote, el 22 de julio, los textos de la comisión de reconstruc­ción, que ayer acabó sus trabajos sin apenas modificaci­ones respecto a los documentos elaborados por los cuatro grupos de trabajo. Pedro Sánchez, pues, saca adelante sus medidas habiendo incorporad­o a su mayoría los diez votos de Cs, pero se ha dejado por el camino al

PNV, que ha estado al lado del Ejecutivo desde la moción de censura.

Una situación en la que Unidas Podemos no se siente cómoda, porque nunca pensó que pudiera pactar con Cs su política económica. Su portavoz en la comisión, Lucía Muñoz, expresó su incomodida­d, pero reconoció que “ahora son necesarios por pragmatism­o y para acudir unidos a revindicar más fondos en Europa para financiar los presupuest­os”. Eso sí, advirtió que para los presupuest­os volverá a poner encima de la mesa las medidas que figuran en el acuerdo de Gobierno.

Como advertenci­a, UP votó a favor de la enmienda de EH Bildu que pide la derogación de la reforma laboral del 2012 y que el PSOE había aprobado por error en la reunión del grupo de trabajo, lo que le llevó a a pedir la repetición. Ayer, el PSOE votó en contra y UP, a favor, poniendo en evidencia las discrepanc­ias que hay en asuntos como este.

También ERC denuncia el “giro a la derecha” del Gobierno, por su pacto con Cs. Gabriel Rufián, se quejó de que el Ejecutivo pida “generosida­d” a los partidos pequeños, cuando al final el mensaje que están transmitie­ndo es que “la izquierda es radical y la derecha es estadista”. Para Rufián “eso no es generosida­d, sino servidumbr­e”.

Y eso que el PP no apoyó ningún documento, ni siquiera el de sanidad, que parecía el más fácil de pactar, pero se quedó en la abstención, como hizo con las medidas sobre la Unión Europea. Pero votó en contra de las de reactivaci­ón económica y de política social. Su portavoz económica, Elvira Rodríguez, mostró su decepción porque el Ejecutivo se haya cerrado en banda y no haya aceptado prácticame­nte nada.

Pero el PP dice que seguirá buscando el acuerdo, para el pleno, o para los presupuest­os del 2021. Esa será para los populares la prueba de la verdadera intención pactista de Sánchez. El partido de Casado estaría dispuesto a arrimar el hombro si observa un giro del presidente hacia la ortodoxia europea.

Esa es la condición de Pablo Casado para negociar las cuentas públicas, sin las que ve imposible que el Gobierno pueda aguantar la legislatur­a, puesto que siguen vigentes los de Cristóbal Montoro, prorrogado­s. El PP da por hecho que el acuerdo de Gobierno de PSOE y UP ha quedado superado por la Covid19 y la crisis económica que ha provocado, para la cual las recetas de más gasto público, más déficit y subidas de impuestos no harían sino agravarla.

Sánchez depende ahora de Europa, dicen en el PP, y ellos ayudarán, si el PSOE quiere, porque un acuerdo entre los dos grandes partidos daría fuerza y credibilid­ad a España en la negociació­n con Europa. Eso

UNIDAS PODEMOS

UP no oculta su incomodida­d por pactar con Cs pero lo considera necesario

ERC

Rufián lamenta que el Gobierno presente a una izquierda radical y una derecha estadista

sí, Sánchez debería dar ese giro radical a su programa económico. En el PP no lo ven imposible. Si UP ha aceptado los pactos con Cs, podría aceptar llegar a acuerdos con el PP.

A juicio de los populares, Sánchez sabe que necesita, para negociar con Europa y para elaborar los presupuest­os, estabilida­d, y esa no se la da ERC, cada vez más inmersa en una carrera política con Jxcat, ante la posibilida­d de que se convoquen elecciones en Catalunya.

En todo caso, en el PP saben que el acuerdo no sería fácil, que una de sus principale­s exigencias es una bajada de impuestos, empezando por el impuesto de sociedades para que las empresas puedan seguir funcionand­o y frenar así la caída del empleo; mientras que el Gobierno mantiene su intención de una reforma fiscal en la que se graven las grandes fortunas aunque haya sacado del documento la subida de impuestos que el PSOE y Podemos pactaron, precisamen­te para que las propuestas pudieran ser asumidas por Ciudadanos.

El propio portavoz económico del PP, Mario Garcés, afirmaba el miércoles, durante la reunión del grupo de trabajo sobre la Unión Europea que ha trabajado en la comisión de reconstruc­ción del Senado, que el encuentro entre los dos partidos es posible y que bastaría con que Pedro Sánchez se aleje de la extrema izquierda en la que se ha instalado desde que firmó su acuerdo con Unidas Podemos y los pactos con ERC, y gire, aunque solo sea un poco “hacia el centro”, y “ahí nos encontrare­mos”, dijo.

Dirigentes del PP consideran que este acuerdo entre PP y PSOE, de cara a Europa y que se plasmaría en los presupuest­os para el 2021, acabaría de reafirmar al PP como un partido de Estado, que es capaz de poner otros intereses por encima de los de su partido y podría rentabiliz­ar una recuperaci­ón basada en la ortodoxia europea, ayudada por los fondos europeos.

Otro sector de los populares cree que un partido en la oposición puede pactar cualquier cosa menos los presupuest­os, que son su seña de identidad, y por mucho que en estos momentos España esté inmersa en una crisis sin precedente­s, debido al coronaviru­s, el PP no puede renunciar a su política económica distinta a la del PSOE, porque se desdibujar­ía una de sus principale­s caracterís­ticas, la gestión económica y la ortodoxia de sus cuentas.

EUROPA

Los populares creen que un acuerdo con el PSOE daría un mensaje de credibilid­ad en la UE

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López, con Enrique Fernando Santiago Romero y María Luz Martínez Seijo
KIKO HUESCA / EFE Fin de los trabajos. El presidente de la comisión de reconstruc­ción, Patxi López, con Enrique Fernando Santiago Romero y María Luz Martínez Seijo
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