La NN de la Fura
¿Seremos mejores o peores tras la pandemia del coronavirus? La respuesta de los espectadores, ayer por la noche en el recinto modernista de Sant Pau, fue equilibrada: 66 respondieron que seremos mejores frente a 44 que vieron la botella medio vacía. La pregunta la formulaba los de la Fura dels Baus al final de su espectáculo NN (Nova Normalitat), dentro del Cruïlla XXS y cuyos beneficios están dedicados al sector sanitario.
Al principio del espectáculo se pedía a los espectadores que se conectasen a una aplicación para poder recibir más información a través del móvil y ser copartícipes. La primera pregunta fue fácil: ¿Quieres que empiece el espectáculo? Y la respuesta, contundente: 406 votos a favor y 18 en contra (¡hubiera sido curioso preguntarles a estos 18 provocadores a qué venían!). Una hora después los abstencionistas eran mayoría, lo cual indica que hay muchos escépticos sobre el nuevo futuro o quizás sobre el espectáculo. O quizás era la falta de costumbre de unos espectadores a los que la distancia y la mascarilla les recordaba que la normalidad aún no ha vuelto del todo.
La obra dirigida por Carlus Padrissa tiene todos los ingredientes fureros aunque la capacidad de provocación ya no sea la de hace unos años. Tampoco es la intención de esta obra que por momentos con sus diálogos y su ambientación –incluidos los mensajes que llegaban por móvil– parecía más un debate abierto sobre las debilidades del planeta humano. Y como tal está dedicado a los héroes de la pandemia, desde los sanitarios al personal de limpieza, desde los investigadores a los seguratas, desde los enfermeros a los conductores de ambulancias. Para hacerlo más explícito los miembros de la coral Cármina, que ponen el telón de fondo musical, van vestidos con zapatillas y bata blanca.
La voz en off recordó también que la obra es un homenaje al arquitecto Enric Miralles, de quien ayer se cumplían veinte años de su muerte. Y sus planteamientos sobre una arquitectura más humana ocuparon también el escenario con su voz tranquila. No faltó tampoco un recuerdo al ensayista y agitador cultural Víctor Nubla, fallecido el pasado 31 de marzo, con fragmentos de su música experimental.
Y para ejemplificar la labor de unos y otros, la Fura recurrió a una de sus apreciados montajes marinos, con el esqueleto de un barco atravesando entre el público, mientras se recordaba la hazaña de Magallanes, el explorador que hace quinientos años zarpó con casi 500 hombres. La expedición dio la vuelta al mundo, la primera, pero solo llegaron 18 hombres y quien los comandaba era Elcano. La belleza plástica de algunas de las performances que se van sumando al espectáculo sigue siendo una de las atracciones de la Fura. La chica que se sumerge en un cubículo de agua iluminado, el diálogo de un lado a otro del escenario entre dos actores envueltos en un plástico como si estuvieran envasado al vacío o al final los miembros de la coral enfilados en una de sus máquinas fueron algunos de los gags más impactantes.
Hubo muchos mensajes reivindicativos de esa nueva normalidad y un canto a la portentosa naturaleza. “La tierra respira ahora que nosotros hemos empezado a ahogarnos”, fue uno de los lemas vinculados al confinamiento. La reducción de la contaminación loada por todos pero de efímera duración. ¿Seremos mejores o peores? La nueva normalidad lo dirá y habrá que escuchas más respuestas para tener valor de encuesta.
Hoy repiten en Sant Pau, luego el espectáculo viajará a Igualada, punto caliente de la Covid, y al País Vasco, Cantabria, Galicia... “La tierra vuelve a respirar”.
‘NN (Nova Normalitat)’, espectáculo dedicado a los sanitarios, se estrenó anoche en el recinto modernista de Sant Pau