Las imágenes de nuestro tiempo
Un creador de referencia Con amplia formación artística, fue decisivo en la estética de los años sesenta y setenta. Y regaló a Nueva York su famoso logo de la ciudad
En Barcelona trabajó para ‘La Vanguardia’ y también para el restaurante 7 Portes, el Liceu y Nani Marquina
DANIEL GIRALT-MIRACLE
Milton Glaser (Nueva York, 19292020) era un hombre de amplia formación artística, que entendía su trabajo como un hecho cultural. Había sido discípulo del pintor Giorgio Morandi y conocía bien el arte europeo, de Giorgione a los surrealistas y los constructivistas rusos. Pero también la ilustración japonesa, las acuarelas chinas, la pintura islámica. “Mis recursos –dijo una vez– son toda la historia visual del mundo”.
Su gran aportación a la cultura visual de la segunda mitad del siglo XX fue precisamente la de defender lo que llamaba el “componente espiritual” más allá del pragmatismo utilitario e instrumental del diseño y la publicidad. Si el pop art de los años cincuenta y sesenta se apropió de gran parte del patrimonio visual del paisaje urbano, incluida la iconografía publicitaria, Glaser y su primer estudio, Push Pin Studios, invierten los valores, de forma que ya no será la publicidad la que emplee los códigos y la estética del arte y se apropie de ellos, sino que el diseño y el grafismo crean una auténtica imagen propia que incidirá en las artes y en el panorama visual del mundo occidental.
Su amplia producción de anuncios, carteles, cubiertas de libros, fundas de discos, marcas, logotipos, ilustraciones... rompe con el austero rigorismo de la Bauhaus para imponer un estilo iconoclasta y heterodoxo en su uso de imágenes y colores, que transforma la imagen distintiva de tantos movimientos de liberación de la época. Acabará convirtiéndose en uno de los creadores clave de la estética visual de los años sesenta: el cartel de Bob Dylan, la imagen gráfica de Peter, Paul&mary, el diseño de revistas como New York Magazine, Village Voice o Esquire dan fe de ello. En los años setenta amplía su trabajo al diseño corporativo, la decoración de grandes espacios –edificios públicos, supermercados, parques de atracciones infantiles... Y produce su obra más popular y plagiada, el logotipo-ideograma I (love) NY. Un éxito internacional que regaló a la ciudad de Nueva York, beneficiaria de todos los réditos que aún sigue reportando.
Su incidencia con ello es tan grande que algunos analistas no han dudado en hablar de “un antes y un después de Milton Glaser” en las artes visuales.
Glaser estuvo muy vinculado a Barcelona: fue autor de la nueva imagen que La Vanguardia estrenó en 1989, y coincidiendo con ella se le dedicó una gran exposición en el palau del Tinell. que patrocinó la Fundació Caixa de Catalunya en un acuerdo con el Ayuntamiento y La Vanguardia. Realizó las etiquetas del 175.º aniversario del restaurante 7 Portes, y también las ilustraciones para el catálogo de la temporada de 1996 del Liceu. Diseñó una alfombra especial para Nani Marquina. Muestras que han quedado entre nosotros de este creador paradigmático de la imagen de nuestra época. |