La Vanguardia

“Los uruguayos no han podido venir a trasquilar las ovejas”

- Domingo Marchena

Sin el talento de Jack Kerouac ni el de Gary Snyder, pero con las mismas ganas de hallar la verdad en el camino, los periodista­s se ponen en ruta. Primera parada, el control de los Mossos d’esquadra en la frontera entre el Segrià y Garrigues. Son las 15 horas.

Los coches que entraban en la comarca que acaparó todos los titulares no tenían problemas. Sin embargo, los dos agentes pararon en media hora a más de una veintena de automovili­stas. Todos los que salieron del Segrià. Les recordaban que deberían regresar antes de las cuatro de la tarde “si no querían tener problemas”.

Esa era la hora H del “confinamie­nto perimetral” anunciado por el president Torra. El aviso oficial fue como esa lluvia fina que parece que no moja y que acaba calando hasta los huesos. Un recorrido de más de 54 kilómetros por el interior del territorio marcado ahora en rojo dio ocasión de comprobarl­o.

Las carreteras estaban desiertas en localidade­s como Torrebesse­s, Sarroca de Lleida, Artesa de Lleida o la multicultu­ral Alcarràs, uno de los municipios con más población de origen migrante de Catalunya (casi 2.900 personas de un total de 9.514, el 30,2%). Manel Ezquerra Tomàs, el alcalde, se apresuró ayer a decir que los casos de contagios entre los vecinos del pueblo venidos de fuera y de los nacidos aquí “son prácticame­nte iguales”.

E igual seguía la vida en el municipio. Al menos siete parejas de cigüeñas han anidado en la iglesia de la Mare de Déu de l’assumpció. La calle Mayor estaba muy animada. La única división era visible en la avenida Catalunya. A un extremo la carnicería del Bon Preu; al otro, los de una carnicería Halal, entre ellos los fieles de la mezquita de Al Nour.

Son las 18 horas. En teoría, los temporeros no deberían trabajar ya por contrato. Un grupo de seis, uno de Lleida y el resto de Rumalidad. nía, descansa en un banco de Albatàrrec, cerca del Casal Cultural. Solo uno acepta dar su nombre. Ion Hegoita, de 58 años, de un pueblo de Bucarest. Vive aquí con su mujer y un hijo. Los tres

“Este año no han venido aún los esquilador­es uruguayos que hacen esta tarea”, dice el pastor Antonio Ribes

trabajan en el campo. El periodista está muy interesado en conocer detalles de sus vidas. –¿Por qué?

–Por el confinamie­nto.

–¿Y eso qué es?

Para ellos no hay nueva norma

Su trabajo mañana será el mismo que el del lunes pasado.

–Si te interesan nuestras vidas, ven al campo, a las doce del mediodía, cuando haga más calor.

On the road, que diría Kerouac. Vuelta al coche. Una escena bucólica obliga a detener la marcha. Un hombre, dos perros y un millar de ovejas, de “raza montañesa”, dice el pastor. El pastor es Antonio Ribes, de 61 años, casado con una maestra de la escuela Clavé, en Lleida. Él es hijo “del mejor pueblo del mundo”, el suyo, Sarroca de Lleida. Ella es de Bovera. Antonio, de 61 años, ha trabajado toda su vida en el campo. Tampoco le afectará el confinamie­nto, cree. “Estas –y señala con su bastón o tirapeus a las ovejas– no pastan en otro sitio”.

Desde que empezó en este trabajo las cosas han cambiado a peor, asegura. “Antes te podías ganar la vida con esto. Ahora...”

–¿Seguro que no le afectado la crisis sanitaria? –¡Seguro, hombre!

El cronista hace entonces un

Un joven se pone la mascarilla en la Fira de Lleida: se diría que tiene más miedo de la foto que del virus

comentario sobre la lana de las ovejas y Antonio reconoce que sí, que las deberían haber esquilado a principios de mayo en condicione­s normales, pero lo suelen hacer unos uruguayos (con merecida fama en esta labor, junto a los irlandeses) “y este año no han podido venir aún con este jaleo”.

Es la metáfora de la lluvia fina que parece que son cuatro gotas y acaba dejando a uno empapado. Lleida se prepara para lo peor. Dos pabellones de la Fira, el 3 y el 4 acogen temporeros sin alojamient­o. Hasta las 23 horas no sabrán cuántos pasarán allí la noche. Varios han reaccionad­o muy violentame­nte en cuanto han visto la cámara. Dentro, camas de campaña pulcrament­e colocadas respetan la distancia de seguridad, mientras argelinos, marroquíes y senegalese­s utilizan las duchas habilitada­s en barracones del exterior. De las vallas cuelgan toallas mojadas y las sempiterna­s camisetas del Barça.

Un chico joven se pone la mascarilla. Se diría que tiene más miedo de la foto que del virus.

 ?? XAVI JURIO ?? Antonio Ribes, de 61 años, ayer en Els Plans de Sarroca, a las afueras de su pueblo, Sarroca de Lleida
XAVI JURIO Antonio Ribes, de 61 años, ayer en Els Plans de Sarroca, a las afueras de su pueblo, Sarroca de Lleida
 ?? XAVI JURIO ?? Ropas que se secan al sol de los temporeros alojados en dos pabellones de la Feria
XAVI JURIO Ropas que se secan al sol de los temporeros alojados en dos pabellones de la Feria
 ?? XAVI JURIO ?? Tres vecinos de Alcarràs, con una población de origen migrante de 2.900 personas
XAVI JURIO Tres vecinos de Alcarràs, con una población de origen migrante de 2.900 personas
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