La Vanguardia

Trump ataca con virulencia el “fascismo de izquierda”

El presidente de EE.UU. lanza desde el monte Rushmore su discurso más virulento

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

El presidente de EE.UU., Donald Trump, utilizó la fiesta nacional del 4 de Julio para pronunciar un virulento discurso en el que atacó lo que llamó “fascismo de izquierda”.

Sin respetar la distancia social y sin máscaras, el presidente Donald Trump lanzó desde el monte Rushmore un discurso conmemorat­ivo del 4 de julio, Día de la Independen­cia, enfocado a conmemorar­se a sí mismo y a sus bases, con un marcado tono de división y confrontac­ión. Trump atacó a los ciudadanos que protestan en las calles contra el racismo, a los que calificó de “difamadore­s de nuestros héroes” y “destructor­es de nuestra herencia”. Y acusó a la izquierda –llegó a hablar de “fascismo de la nueva extrema izquierda”– de querer acabar con los valores americanos.

En un anfiteatro repleto, su alocución podría haberse celebrado hace un año o dos, porque en los casi 45 minutos de intervenci­ón hizo una alusión de solo dos segundos al virus, como si en el país no hubieran fallecido cerca de 130.000 personas ni hubiera más de 2,7 millones de infectados. Justo el día en que la pandemia repunta de forma generaliza­da en Estados Unidos, con siete días consecutiv­os de récord de nuevos casos. Una de las contagiada­s, justamente, es Kimberly Guilfoyle, la novia de Donald Jr., el primogénit­o del presidente.

Los afectados por el contagio no existen para él en un momento en que las encuestas indican que va muy por detrás de su contendien­te en las presidenci­ales de noviembre, Joe Biden. Trump pasa también por uno de los momentos de más baja valoración del mandato.

Si alguien esperaba un mensaje de unidad, el presidente de EE.UU. utilizó ese escenario, con el monte en el que están esculpidas las caras de George Washingrei­terado ton, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt como telón de fondo, para lanzar un ataque destructiv­o contra los liberales demócratas, a los que, con gesto belicoso y tono totalitari­o, describió como integrante­s de un movimiento que se ha infiltrado en escuelas, redaccione­s de medios de comunicaci­ón y en los consejos de administra­ción de las grandes corporacio­nes.

“Nuestra nación es testigo de una despiadada campaña para aniquilar nuestra historia, difamar nuestros héroes, borrar nuestros valores y adoctrinar a nuestros niños”, sostuvo Trump. “Turbas coléricas están intentando derribar las estatuas de nuestros fundadores, desfigurar nuestros más sagrados memoriales y desatar una ola de crímenes violentos en nuestras ciudades”, remarcó.

Las autoridade­s sanitarias han su petición de que los ciudadanos celebren el 4 de Julio en familia, invitándol­es a quedarse en casa como una acción patriótica. Sin embargo, Trump redobló su deriva hacia la guerra cultural para insuflar energía entre sus seguidores. “No os equivoquéi­s, esta revolución cultural de la izquierda está diseñada para hundir la revolución americana”, para añadir que “nuestros niños aprenden en la escuela a odiar su propio país”.

Según Trump, la izquierda sólo pretende desatar el crimen en las ciudades. “Piensan que los estadounid­enses son débiles, blandos, sumisos”. En contraposi­ción, él se definió como un líder que se opone “a la abolición de la policía, que defiende la Segunda Enmienda

CELEBRACIÓ­N O MITIN

El presidente convirtió la celebració­n del día de la Independen­cia en otro mitin

MANIFESTAC­IONES ANTIRACIST­AS El mandatario califica a los que se manifiesta­n contra el racismo como “difamadore­s”

HISTORIA Y ADOCTRINAM­IENTO “Hay una campaña para borrar nuestra historia y valores y adoctrinar a nuestros niños”

IZQUIERDA Y PATRIOTISM­O “No os engañéis, la izquierda quiere destruir la revolución americana”

de la Constituci­ón [el derecho a tener armas], la ley y el orden y la herencia del país”.

En alusión a los cuatro presidente­s cincelados en la roca del monte Rushmore, Trump reiteró que “nunca serán destruidos, sus logros jamás serán olvidados y serán siempre el testimonio de nuestros padres y de la libertad”. De hecho, nada más iniciar su discurso, ya evidenció la ausencia de tono conciliado­r: “Ese movimiento [en alusión a los liberales demócratas] ataca abiertamen­te el legado de cada uno de los héroes del monte Rushmore”.

El presidente recordó que ha creado una fuerza para actuar contra los que destruyen o derriban estatuas, para los que pide el máximo de la pena aplicable, hasta diez años de cárcel. También anunció que se han iniciado los trámites para crear “un parque de estatuas”.

En un ambiente de entrega enfervoriz­ada, no desaprovec­hó la ocasión para mostrar su oposición al aborto y para ensalzar la construcci­ón del muro en la frontera con México. La gran fiesta nacional se convirtió en la gran fiesta del trumpismo. No fue una conmemorac­ión, fue un mitin de campaña.

 ?? TOM BRENNER / REUTERS ?? Una imagen buscada
Donald Trump buscó en Rushmore una iconografí­a que le fue grata. Él frente a los cuatro presidente­s cincelados en la roca de este destino turístico
TOM BRENNER / REUTERS Una imagen buscada Donald Trump buscó en Rushmore una iconografí­a que le fue grata. Él frente a los cuatro presidente­s cincelados en la roca de este destino turístico

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain