Inquietud por la reapertura de fronteras en Europa
La perspectiva de este verano, con millones de ciudadanos europeos viajando de un país a otro, inquieta a Peter Klimek, investigador del Complexity Science HUB de Viena. “La reapertura de fronteras en Europa se ha hecho sin que esté en funcionamiento un sistema de rastreo transeuropeo. No entiendo por qué, cuando teníamos desde marzo para trabajar en ello”, lamenta el experto. La única estrategia viable a largo plazo contra la
Covid-19 es extremar la vigilancia y evaluar la situación a escala local regularmente, de forma que podamos identificar los brotes lo antes posible e imponer un aislamiento quirúrgico. El problema es cuando los focos se multiplican y los equipos de rastreo se ven superados, incapaces de identificar todas las cadenas de contagio. Es muy distinto si 50 casos provienen de un solo clúster que si se trata de 50 casos independientes unos de otros, que han ido al médico por síntomas en diferentes partes del país, explica Klimek. “Con la apertura de fronteras, si tienes un flujo constante de entradas, además con gente que en una semana puede haber visitado dos o tres países europeos, es mucho más difícil hacer rastreo –advierte–. Si aparecen varios focos difíciles de rastrear en un corto período de tiempo, podría ser suficiente para llevar a un país entero al confinamiento”.