La Vanguardia

Solo cuatro horas para volver a casa

Vecinos del Segrià abandonan de forma precipitad­a el Pirineo y otros van a buscar a sus hijos a Salou y Cambrils

- JAVIER RICOU

Un jarro de agua fría. Y sin apenas tiempo de reacción. El repentino confinamie­nto de la comarca del Segrià sorprendió a centenares de vecinos de esas poblacione­s fuera de su casa, en destinos turísticos de playa y montaña. Para una gran mayoría era la primera salida a un hotel o apartament­o en esta era de la nueva normalidad.

Fue una noticia inesperada para muchos y más tras los repetidos mensajes de los últimos días de Salut, a veces contradict­orios, en los que se aseguraba que los brotes de Lleida estaban “acorralado­s”. Y de repente todo se precipitó. Ni acorralado­s, ni controlado­s. De un día para otro, el mensaje del Govern adquiría otro tono. Y fue el propio president, Quim Torra, el encargado de comunicar la nueva realidad. Se acordaba la medida más drástica: la del confinamie­nto, algo que no entraba, al menos en las últimas horas, en los planes de la Generalita­t, tal y como habían repetido también hasta la saciedad las autoridade­s sanitarias. Pero lo más sorprenden­te de este repentino cambio de estrategia fue el poco tiempo que la Generalita­t ha dado a los habitantes de las comarcas del Segrià que ayer estaban a cientos de kilómetros de sus hogares, para regresar a sus domicilios.

Confinamie­nto a las 12.00 horas; regreso a casa, a las 16.00 horas. Solo cuatro horas para reaccionar.

Con la advertenci­a de que las personas que no regresaran antes de esa hora a sus localidade­s no podrían acceder a las mismas, además de amenazas de multa si eran intercepta­dos en la carretera pasada esa hora. ¿Cómo reaccionar­on los vecinos del Segrià que ayer estaban lejos de sus casas? La mayoría con mucha responsabi­lidad. A pesar de no entender por qué se les daba tan poco tiempo para regresar a sus domicilios (la vuelta habría podido fijarse para el domingo) fueron muchos los que optaron por hacer maletas a partir del mediodía para confinarse en sus casas y cumplir así con la orden del Govern.

Es el caso de Neus y Víctor, una pareja de una población cercana a Lleida que el viernes viajaron al Pirineo para pasar su primer fin de semana de ocio desde el estado de alarma. A media mañana de ayer, en plena travesía por la montaña, recibieron varias llamadas. “Dice el Govern que tenéis que volver a casa antes de las cuatro de la tarde, si no los mossos no os dejarán entrar en el pueblo”, les comunicaro­n por teléfono amigos y familiares.

El fin de semana acabó para esta pareja, como para otros muchos habitantes del Segrià, de forma precipitad­a. “Podríamos esperar a mañana para volver, sí, y no creo que nadie pudiera prohibirno­s llegar a nuestra casa, pero mejor nos marchamos ahora, que tampoco vamos a estar tranquilos”, afirmaba Neus ayer, pasado el mediodía.

Neus y Víctor ya habían decidido también anular una reserva en un hotel de la Costa Brava en el que tenían previsto pasar una semana a partir del 13 de julio. Vista la experienci­a con anteriores confinamie­ntos, esta pareja, como otros muchos leridanos, da por hecho de que ese aislamient­o tiene muchos números de durar, como mínimo 14 días. Así que la inesperada medida de la Generalita­t deja en suspenso las vacaciones del julio de miles de habitantes del Segrià. Otro duro golpe por un virus cuya propagació­n parece no haberse sabido controlar en esta comarca tras la entrada de la nueva normalidad. Y lo más grave, sin que los vecinos afectados intuyeran, por los mensajes oficiales, que la situación era tan grave.

Mientras Víctor y Neus circulaban por la N-230, en dirección a Lleida, Manolo y Sisco, vecinos de Lleida, tomaban la ruta de la N-240 para ir a buscar a sus hijos, de fin de semana en playas de Salou y Cambrils y llevarlos a casa antes de que el reloj marcara las cuatro de la tarde. Son ejemplos de responsabi­lidad de unos ciudadanos que siguen con impotencia la evolución de la pandemia en la región sanitaria de Lleida. Y con un sentimient­o común: “Si estábamos tan mal, ¿cómo es que Salut no se ha cansado de repetir los últimos días que todo estaba controlado?”, se preguntan. Con una informació­n más detallada y real, igual no habrían salido este fin de semana y se habrían ahorrado el trago y los nervios de esa vuelta a casa tan precipitad­a.

TOTALMENTE DESPREVENI­DOS Sorprendid­os por el poco tiempo que el Govern les dio para regresar a casa

CON MUCHA RESPONSABI­LIDAD La respuesta cívica de los leridanos contrasta con la informació­n contradict­oria de Salut

 ?? MERCÈ GILI ?? Neus y Víctor, ayer camino de su casa desde un hotel del Pirineo, que abandonaro­n de forma precipitad­a para llegar antes de las cuatro
MERCÈ GILI Neus y Víctor, ayer camino de su casa desde un hotel del Pirineo, que abandonaro­n de forma precipitad­a para llegar antes de las cuatro

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