El Tibidabo reabre y limita el aforo a un tercio
El parque estrena una aplicación para hacer reservas, potencia las actividades al aire libre y mantiene en servicio el 70% de las atracciones
Los visitantes al parque de atracciones del Tibidabo se podrán seguir haciendo fotos con las mascotas... Pero guardando la distancia de seguridad. Esta medida, casi anecdótica, forma parte de la “nueva normalidad” con la que abrió ayer el parque de atracciones de Barcelona que, por prevención sanitaria, limitará su aforo a un tercio de lo habitual. Es decir: unas 1.600 personas. Hay más medidas, como el cierre, por ahora, de las atracciones que se desarrollan en espacios interiores, aunque esto no evitará que esté disponible el 70% de la oferta. “Será la temporada más segura y la más barcelonesa”, manifestó ayer el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, que junto a Albert Batlle, en este caso en su papel de presidente de la empresa municipal que gestiona las instalaciones, participó en el acto de reapertura.
Aunque oficialmente comenzó temporada el 7 de marzo, apenas una semana después el parque tuvo que cerrar debido al estado de alarma. Así, el Tibidabo reabrió ayer tras 112 de cierre con la obligatoriedad de llevar la mascarilla –salvo los menores de seis meses–, con dispensadores de gel hidroalcohólico repartidos por todas sus instalaciones y con las atracciones de interior cerradas, pero también con más espectáculos en el exterior.
Por lo que respecta a la limitación del aforo a un tercio de lo habitual, la restricción también se aplicará a las atracciones y a los puntos de restauración, que se han adaptado para potenciar la comida para llevar. En este sentido, se han habilitado también nuevas zonas de pícnic.
En el acto de reapertura, el primer teniente de alcalde anunció también el estreno de una nueva aplicación móvil para poder comprar entradas y hacer así la reserva, proceso que también se podrá llevar a cabo a través de la página web del parque. Además, la nueva aplicación permitirá conocer el tiempo de espera en las diferentes atracciones así como estar al tanto de las últimas informaciones en lo que se refiere a medidas sanitarias.
Según explicó Collboni, a los 300 trabajadores habituales se le suman otra decena para reforzar una temporada atípica del parque, que durante los meses de julio y agosto abrirá de miércoles a viernes desde las 12 hasta las 21 horas y los fines de semana hasta las 22 horas.
El área panorámica, el espacio de libre acceso en el punto más alto de la ciudad, abrirá cada día a las once la mañana y aquellos días en los que el parque no este abierto se podrá pasear y disfrutar de las atracciones más emblemáticas hasta las siete de la tarde.
“Hemos adaptado el parque a todas las medidas de seguridad tanto para que los visitantes como los trabajadores no tengan ningún riesgo”, manifestó Jaume Collboni, que apeló también a la responsabilidad personal, como hizo a su vez Albert Batlle, e incidió en el papel de destino de ocio local y familiar que tiene el parque (al mediodía ya había 1.200 personas en su interior). Según explicó el quinto teniente de alcalde, se mantendrán los espectáculos más icónicos, así como las becas solidarias, los casales y los esplais, aunque se harán con grupos más reducidos.
Habrá más oferta de comida para llevar y nuevas zonas de pícnic, y se mantienen los precios de las entradas
En el caso del Tibiclub, se prolongan los abonos por los 112 días que el parque ha estado cerrado. “No se hará el incremento previstos para este año del precio de las entradas”, añadió Batlle. El presidente del parque de atracciones también explicó que se han reanudado las obras del nuevo funicular –la Cuca de Llum–, lo que supone un retraso de su entrada en funcionamiento, aunque se espera que esta se pueda producir en el primer semestre del año que viene.