Un calendario envenenado
La nueva trifulca vi vida ayer en la Cámara catalanagrupos de ERC Y jx catnosd ala razón a quienes hace ya tiempo que pedimos el adelanto de las elecciones catalanas. La oposición no hace falta ni que acuda al hemiciclo para hacer su labor de erosión, porque las puya se invectivas y aselas lanzan entre los dos partidos que gobiernan Catalunya. Hasta ahora aún se guardaba n las formas, y las se hacían en privado, pero la situación ha llegado aun punto en el que nadie se preocupa ni de fingir.
La sesión de ayer evidenció las dificultades para que Jxcat y ERC lleguen a un mínimo acuerdo para presentar una propuesta conjunta para reunir a la mesa de diálogo. Ante tanta discrepancia, se lo ponen fácil a Pedro Sánchez para no convocarla y aparcar la carpeta catalana hasta la celebración de las elecciones. En el seno del Gobierno comienzan ya a dar como algo descontado que no tendrán el apoyo de ninguna de las dos formaciones independentistas para aprobar los presupuestos, al coincidir con la campaña. Si Cs mantiene su voluntad de pacto, al Gobierno le pueden salir los números.
En una situación de emergencia sanitaria tan grave como la que vive el país, sorprende la ligereza con la que el Govern está afrontado su futuro. Partidarios de Quim Torra dan por hecho que el president aprovechará la última sesión de su Govern antes de vacaciones (el 4 de agosto) para convocar las elecciones, antes de que sea inhabilitado por el Supremo. Pero los sectores de Carles Puigdemont dicen que los comicios solo se podrán anunciar cuando el nuevo partido (¿Junts?) esté preparado para la batalla electoral. Si los catalanes hubieran votado este domingo, como van a hacer vascos y gallegos, no solo se habría resuelto la pugna partidista entre Jxcat y ERC, sino que el Parlament estaría en condiciones de elegir un nuevo gobierno que afrontara la complejidad de unos próximos meses con riesgo de nuevos rebrotes. El calendario está envenenado porque los intereses electorales se tienen que combinar con la sentencia del Supremo y con la emergencia sanitaria.
Nadie sabe en qué situación estaremos en octubre o noviembre. Lo que sí sabemos es que los dos partidos que gobiernan el país seguirán peleados en cada una de sus trincheras.