Sánchez plantea poner límites a la inviolabilidad del jefe del Estado
El PP cree que el presidente promueve un debate “capcioso” por “electoralismo”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tomado la iniciativa política ante las investigaciones sobre el rey emérito, don Juan Carlos, y tras calificar de “inquietantes y perturbadoras” las informaciones respecto a sus actividades, ha decidido poner sobre la mesa el debate de una reforma constitucional que limite la inviolabilidad del rey y restrinja los aforamientos políticos a los periodos estrictos del ejercicio del cargo. El planteamiento de fondo es que Juan Carlos I, una vez ha abdicado de la Corona, podría perder esa protección institucional y tuviera que responder ante la justicia por sus actividades.
Sánchez lo planteó en una entrevista con los digitales Eldiario.es e Infolibre, en la que no fue nada ambiguo: “La Constitución española tiene que evolucionar conforme a las exigencias de ejemplaridad y conducta política de las sociedades”. Para el presidente ha llegado la hora de abordar cambios profundos que atajen la sensación de impunidad que provocan casos como el de las cuentas del rey emérito y protejan a la jefatura del Estado. “Todos deberíamos reflexionar y ver qué solución le damos”. No se trata de una reacción fortuita sino de una hoja de ruta política, y así lo confirman las declaraciones posteriores de la ministra portavoz, María Jesús Montero, quien, tras admitir la gravedad de las informaciones relativas a las actividades de don Juan Carlos, afirmó ayer que “la justicia y la crítica de los medios de comunicación tienen que ser igual para todos”.
Sánchez había sorprendido a todos en la Moncloa el pasado miércoles cuando comparecía junto al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y, a preguntas de la prensa, admitió su inquietud y preocupación personales ante las informaciones que han ido sucediéndose sobre el rey emérito. Y agradecía a la Casa Real el que hubiera puesto distancia con las actividades del padre del rey Felipe VI.
Este cordón sanitario para proteger al jefe de Estado lo corroboraron también la ministra portavoz y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, cuando subrayaron el compromiso democrático del actual
Monarca. El Gobierno vela por que “las instituciones funcionen de forma democrática y la institución de Felipe VI hace su trabajo constitucional de manera perfecta”, dijo Carmen Calvo.
Apenas unas horas después de que Sánchez expresara su preocupación ante lo que definió de forma insistente como noticias “inquietantes y perturbadoras”, el diario digital El Español, publicaba un documento que indica que la donación de 65 millones de euros que Corinna Larsen asegura haber recibido de Juan Carlos I fue excluida de forma expresa del testamento del rey emérito para que no cupieran reclamaciones ulteriores de los tres hijos del rey, Elena, Felipe y Cristina. El fiscal suizo Yves Bertossa que investiga al rey emérito sospecha que estos 65 millones proceden de una supuesta comisión que pagó el rey saudí Abdulah bin Abdulaziz al Saud por mediar en la adjudicación del Ave Medinalameca.
La iniciativa de una reforma constitucional no es, en todo caso, una ocurrencia de última hora del Gobierno. En los planes de Sánchez hace tiempo que se prevé la posibilidad de cerrar la legislatura con una reforma parcial de la Constitución, en aquellos aspectos en los que sea posible alcanzar un amplio acuerdo político para una puesta al día de la Carta Magna.
En lo relativo al consenso, de momento y para la modificación de la inviolabilidad del rey (que exige un procedimiento agravado de reforma constitucional), cuenta con el concurso de su socio de coalición, Unidas Podemos, que ha solicitado reiteradamente una comisión de investigación parlamentaria sobre las actividades del rey emérito precisamente aduciendo que aquellos actos posteriores a su abdicación, en contra de la doctrina de los letrados de las Cortes, no pueden estar protegidos por la inviolabilidad.
En cambio, el PP recibía ayer con escepticismo la iniciativa de Sánchez, que considera un debate “capcioso” cuyo propósito es “electoralista”. Y lo compara con la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, ejecutada en medio de la campaña electoral del pasado otoño. Desde la extrema derecha, la reacción ha sido más airada. Santiago Abascal, líder de Vox, ha tildado la operación de “cortina de humo”, y ha afirmado que la intención real de Sánchez es convertirse en jefe de Estado tras derribar la monarquía parlamentaria. “Odian todo lo que nos une”, espetó el líder ultra.
PUESTA AL DÍA
La Carta Magna debería atender “las exigencias de ejemplaridad de la sociedad”, dice Sánchez
APOYO AL MONARCA
El Gobierno subraya que “Felipe VI hace su trabajo constitucional de manera perfecta”