La Vanguardia

El pichichi de ‘la roja’

David Villa El asturia no había brillado ya en el 2006 y el 2008, pero fue en el 2010 cuando más sobre salió

- Javier Gascón

“Tú empezaste a jugar en un terreno de escombrera negro, acababais rojos en el campo, parecía que habíais salido de la mina”. Mel, padre de David Villa, confiesa en un reciente documental de Amazon Prime que llegó a decirle a su hijo que “vas a acabar siendo minerito, como tu padre”, recordando que aquel guaje no pensaba en la escuela, aunque luego fue buen estudiante: “Su madre le avisaba en la ventana que se dejaba la mochila con los libros, pero el balón sí lo llevaba”.

Afortunada­mente para el fútbol, Villa no fue minero. Admira la profesión, pero le tiene tanto respeto que no le gusta ni acercarse a la boca del pozo Mosquitera, en su Tuilla natal, cerca de Langreo. Allí su padre fue picador durante 27 años a 900 metros de profundida­d, arrancando carbón a golpes y también sacando con sus propias manos a algún fallecido. David Villa sí creció adquiriend­o el carácter minero: orgullo, solidarida­d, sacrificio... Y lo puso de forma natural al servicio del balón.

Conviene recordar los orígenes de Villa para entender su rebeldía tras aquella derrota inicial en el Mundial de Sudáfrica 2010 ante Suiza (0-1). Ya destacó en el Mundial de Alemania 2006 con tres goles y maravilló en la Eurocopa de Austria ganada en el 2008 con cuatro, pero esta era la oportunida­d de hacer historia conquistan­do el primer Mundial.

Tenía que ser él y no otro quien guiara al título a la selección. A Villa, máximo goleador en la historia de la roja con 59 goles en 98 partidos, no fue a buscarle un grande cuando era un adolescent­e, algo impensable hoy con un talento. No fue internacio­nal en las inferiores de la selección. No debutó hasta la sub-21, ya con 21 años. Lo que era en aquel 2010, con 28 años, se lo ganó a pulso, superando una fractura de su fémur derecho con cuatro años, aprendiend­o a disparar con la izquierda durante la recuperaci­ón por el consejo tozudo de su padre, aceptando con resignació­n que el Oviedo no le fichara con 10 años por bajito (o por no desviar a Langreo la ruta del autobús de la cantera, quedó la duda), esperando a un Sporting que no le fichó hasta que tenía 17 años .... No, él no se vino abajo. Suiza fue un accidente y aquel iba a ser su Mundial. Abrió la lata en los cuatro partidos siguientes. Nunca se valorará lo suficiente.

Honduras (2-0) era la primera final, y así se lo tomó Villa, con un larguero, dos goles (el 1-0 antológico) y un penalti fallado que no minó su moral. Contra Chile (2-1), con el pase a octavos en juego, logró el 1-0 con calidad, con la zurda, desde muy lejos aprovechan­do la salida del portero. En octavos, marcó el 1-0 definitivo ante Portugal, y en cuartos también acabó con la resistenci­a de Paraguay (1-0). Fueron dos remates que tocaron los palos antes de entrar, señal de que Villa tenía a su Santina, la Virgen de Covadonga, de su lado. Ya no anotó en la semifinal ni en la final, pero fue

Bajo presión, se echó a la selección a la espalda con rebeldía tras la derrota en el debut ante Suiza

Abrió el marcador en 4 partidos y acabó el torneo con 5 goles

campeón con cinco goles, compartien­do el Pichichi con Sneijder, Müller y Forlán.

Tras triunfar en Sporting, Zaragoza y Valencia, ya con Copas, el Barça le esperaba al regreso para ganar su primera Liga y su primera Champions. Tampoco falló. Esa ya es otra historia.

 ?? J. A. SIRVENT ?? David Villa es el máximo realizador de la historia de la selección española con 59 goles en 98 partidos
J. A. SIRVENT David Villa es el máximo realizador de la historia de la selección española con 59 goles en 98 partidos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain