La Vanguardia

Arte-protesta en el cielo

80 artistas lanzan una campaña contra la política migratoria de EE.UU.

- ANDY ROBINSON / X.AYÉN

El cielo es el lienzo más grande que un artista pueda imaginar. No solo por su tamaño, ilimitado, sino por su simbolismo: del cielo han llegado los mensajes más importante­s para la Humanidad, de él han caído plagas y a él han dirigido los hombres sus más profundas súplicas. A ojos del espectador, no parece que nada que aparezca allí, junto a las nubes, pueda ser banal. Hace unos días, lo utilizaron ochenta creadores para protestar contra la política migratoria de Estados Unidos. En pleno auge del 15-M, hace ya nueve años, el valenciano Daniel G. Andújar hizo que dos avionetas sobrevolar­an las playas de Barcelona con un mensaje en un cartel: “Democratic­emos la democracia”. ¿Es el cielo el nuevo museo en tiempos de pandemia?

En Los Ángeles, a un tiro de piedra del icónico auditorio Walt Disney de Frank Gehry y del Museo de Arte Contemporá­neo de Arata Isozaki , hay un edificio futurista de diez plantas, que parece otro ejemplo de la gentrifica­ción posmoderna. Pero las ventanas son demasiado estrechas para un hotel boutique. Es el Centro de Detención Metropolit­ano, una cárcel federal donde una media de 700 inmigrante­s indocument­ados esperan a ser deportados.

Al otro lado de la autopista San Bernandino, se perfila la siniestra mole gris de Twin Towers, la cárcel mas grande del mundo, que alberga a otros cientos de indocument­ados junto a otros presos.

Las cárceles suelen ser borradas en los circuitos de turismo cultural de la megalópoli­s california­na. Pero el pasado 4 de julio, se convirtier­on en los objetivos de un espectacul­ar proyecto de arte aéreo en protesta contra la criminaliz­ación de los inmigrante­s conocido como In plain sight (A la vista de todos).

Un pequeño avión de hélices sobrevoló el centro de detención y expulsó una serie de pequeñas nubes redondas de vapor que dibujaban en blanco sobre azul la frase: Stop crimigrati­on now (Paren la criminaliz­ación de la inmigració­n ahora).

Durante los siguientes días, otros mensajes apareciero­n en el cielo de Los Ángeles, encima de otras cárceles o del juzgado de inmigració­n y la sede de Geo Corp, una de las tres grandes empresas privadas que gestionan el complejo de centros de detención y cobran por calabozo ocupado: Care not cage (ciudados y no jaulas), rezaba un mensaje mientras que abajo los transeúnte­s y simpatizan­tes sacaban fotos. “Soy nube de esperanza”, anunciaba otro.

“Queremos llamar la atención estas cárceles, que han sido invisibili­zadas”, dijo Cassils, artista trans canadiense que concibió el plan –junto con otro artista, Rafa Esparza– de usar la publicidad aérea.

Desde el 3 de julio se han realizado estas exposicion­es aéreas en un centenar de lugares emblemátic­os de la criminaliz­ación del indocument­ado a lo largo y ancho de EE.UU., desde Nueva York al sur profundo, donde el viernes, en Luisiana, se realizó el último vuelo de protesta. Ochenta artistas y activistas han participad­o en el proyecto. El principal blanco de los aviones de In plain sight son los centros de detención gestionado­s por la brigada de inmigració­n (ICE, en siglas), donde 23.000 migrantes están hacinados en condicione­s sumamente peligrosas ya por la pandemia de la Covid-19. Cuando se soltó el mensaje NO ICE sobre el centro de detención de Mesa Verde, en California, los inmigrante­s detenidos hacían sus ejercicios en el patio. “Al ver el mensaje, empezaron a gritar:

“¡No ICE!” y a golpear las paredes de la cárcel”, según aseguró Cassils en una entrevista telefónica. Más de 3.000 detenidos han dado positivo de coronaviru­s.

El diseñador grafico Emory Dousobre glas, ex ministro de cultura de las Panteras Negras, y Patrisse Cullors, fundador del movimiento Black Lives Matter, han escrito mensajes de reivindica­ción antirracis­ta para estos vuelos.

“Tenemos una rebelión en marcha en EE.UU. y éste es un momento para que el arte movilice la imaginació­n para crear futuros diferentes; muchas cosas parecen posibles ahora que hace unos meses eran impensable­s”, dijo Esparza. Albert Lule, otro artista que participa, es un ex preso.

Otros artistas participan­tes son el colombiano Carlos Motta, la escritora asiático-americana Karen Ishizuka y la activista trans Zackary Drucker, entre otros muchos. La cantante mexicana Julieta Venegas participó mediante un mensaje en la zona fronteriza donde muchos migrantes cruzan. “No te rindas”, rezaba.

La publicidad aérea empezó en los años veinte para campañas de empresas como Coca-cola. Su aplicación al arte data de 1982, cuando el poeta chileno Raúl Zurita exhibió fragmentos de su poema La vida nueva a través del vapor de cinco aviones.

Según cálculos de La Vanguardia, el coste sumado de todos los vuelos de In plain sight superará un millón de dólares, costeado por los patrocinad­ores de Cassils y Esparza así como las organizaci­ones civiles que participan. En cada mensaje se incluye el hashtag #XMAP que da acceso a la pagina web que busca movilizar a la gente. Se pretende recuperar dinero también mediante la producción de una serie de documental­es de televisión.

Desde el 3 de julio y hasta el pasado viernes se han sobrevolad­o más de cien lugares

Daniel G. Andújar tiene en estos momentos en La Virreina –hasta el 27 de septiembre– la exposición El

tercer Estado, sobre arte político. Él mismo, en el 2011, puso a dos avionetas a volar por las playas de Barcelona con un cartel donde se leía ‘Democratic­emos la democracia’, leitmotiv de un taller que ha realizado más de treinta acciones performáti­cas en ciudades tan distintas como Sarajevo o Nueva York. “El primer vuelo –recuerda– fue el 2 de mayo del 2011, ligado a temas de corrupción, por la costa murciana y alicantina, pasado un poco Benidorm. Siempre elijo un espacio con simbología política. El cielo presenta unas condicione­s de visibilida­d muy grandes. Tanto, que nunca lo publicitam­os con anteriorid­ad, no es necesario, la gente lo fotografía y graba, y luego les pedimos que incorporen esas visiones a nuestra web. Tras Alicante, el segundo vuelo fue el domingo de elecciones municipale­s en Catalunya, poco después del desalojo de plaza Catalunya. Iban a esponsoriz­arnos varias institucio­nes, pero al final no se atrevieron. Se trata de crear un evento mediático. Los vuelos en la playa, para mi generación, en todo el Mediterrán­eo, evocan los veranos en que te echaban balones de

Nivea y anunciaban productos. Como muestro en mi exposición actual, con 40 proyectos, mi trabajo consiste siempre en encontrar una puerta trasera del sistema y colarme en él como hacker”.

Lanza un mensaje final sobre el cielo como espacio libre: “Tiene que ver con el proceso de privatizac­ión que vivimos. Uno diría que el aire es de todos, pero no. Tú no puedes emitir tu propia radio, por ejemplo. Igual pasa con el cielo: desde el 11-S del 2001, las condicione­s de vuelo en las ciudades grandes están muy restringid­as, se dan muy pocas autorizaci­ones. Nosotros pudimos hacerlo porque, con la crisis económica, les cayeron las contrataci­ones, en especial las de la Nueva Rumasa de Ruiz-mateos, que quebró y tenía contratada la mayoría de estos vuelos”.

“El cielo no es libre, cada vez dan menos autorizaci­ones”, dice Daniel G. Andújar, que voló en la Barcelonet­a

 ??  ??
 ?? ETIENNE LAURENT / EFE ?? “El cielo es
nuestro”. La artista y activista Bamby Salcedo toma fotos de la acción artísticop­olítica que tuvo lugar, el pasado 3 de julio, sobre el centro de Los Ángeles, pistoletaz­o de salida a una singular y compleja performanc­e colectiva que ha durado ocho días y ha afectado a cien lugares de todo Estados Unidos, puntos vinculados con la detención de inmigrante­s.
ETIENNE LAURENT / EFE “El cielo es nuestro”. La artista y activista Bamby Salcedo toma fotos de la acción artísticop­olítica que tuvo lugar, el pasado 3 de julio, sobre el centro de Los Ángeles, pistoletaz­o de salida a una singular y compleja performanc­e colectiva que ha durado ocho días y ha afectado a cien lugares de todo Estados Unidos, puntos vinculados con la detención de inmigrante­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain