Esperanza y resistencia
Marina Rossell
Intérpretes: Marina Rossell, voz y guitarra; Xavi Lloses, piano Lugar y fecha: Cruïlla XXS. Recinte Modernista de Sant Pau (11/VII/2020)
Viendo la televisión italiana, en plena pandemia en el país transalpino, Marina Rossell contempló a un niño que de balcón a balcón le decía a una niña: “Tutto andrà bene!”. Una imagen que la conmovió tanto hasta el punto de escribir una canción titulada así. Todo un himno a la esperanza, con el que esta gran dama de la canción mediterránea inició su concierto en el imponente Recinte Modernista de Sant Pau.
Acompañada al piano por el maestro Xavi Lloses, y ante una audiencia de unas 300 personas entregadas a su arte, Marina Rossell continuó el recital con algunos temas de su último álbum Cançons de resistència. Entre otras, perfiló estimables versiones de la celebérrima Lili Marleen ,ode Grândola, vila morena, el himno de la revolución portuguesa de los claveles obra del gran José Afonso. Antes de helarnos el corazón con Morir a Ravensbrück, donde narra la estremecedora historia de la leridana Carme Bartolí en los campos de exterminio nazi. Una sobria y soberbia interpretación, a pelo, con Lloses percutiendo la madera del piano como telón de fondo, y que fue premiada por el público con una enorme ovación.
Marina Rossell, que estuvo muy locuaz explicando anécdotas del confinamiento, quiso dedicar su emblemática habanera La gavina, entonada a solas con la guitarra, a la iglesia de Santa Anna por su ingente labor humanitaria. Ya con el maestro Xavi Lloses de nuevo al piano, la cantante coronó con un tremendo grito final su hiriente interpretación de Quanta guerra!, basada en un título de la gran escritora Mercè Rodoreda. Recordando poco después a su buen amigo Georges Moustaki con su célebre El metec, que fue tarareado y acompañado con palmas por la audiencia.
Ya en la recta final, Marina Rossell hizo subir a una espectadora para que hiciera una fotografía con el público como protagonista. Para coronar tan emotiva y entrañable actuación, a ritmo de sardana con Llevantina y Per tu ploro. Antes de cerrar el círculo con un reprise de Tutto andrà bene!.