La polémica por el VAR también se instala en Italia
El Juventus avanza a golpe de penalti hacia un noveno título consecutivo
En pocos días la aplicación del reglamento del fútbol, ya sea desde el mismo césped o desde un estudio semisecreto con la protección del aire acondicionado, ha revolucionado las tertulias en España e Inglaterra. Este fin de semana llegó el turno de Italia, donde el Juventus, jugando en casa, salvó un punto de milagro ante el Atalanta. El partido acabó con empate a dos y los dos goles locales, siempre para empatar, los anotó Cristiano Ronaldo desde el punto fatídico. Dos faltas por mano, tan evidentes como estúpidas, tan innegables como involuntarias, permitieron al portugués equilibrar el excelente partido de los visitantes de Bérgamo.
Cada vez se hace más evidente la necesidad de intervenir de una vez por todas con las faltas por mano dentro del área, porque la mecanización absoluta, la conversión de cualquier roce del balón con el brazo en un castigo tan rotundo como el penalti es una exageración actualmente amparada por el reglamento.
En Turín las cosas fueron así. Se avanzó el Atalanta, rival del PSG en los cuartos de final de la Champions, en el minuto 17 con un pepinazo del colombiano Duván Esteban Zapata. En el 55, un centro de Dybala lo estaba cubriendo De Roon. Se puso las manos en la espalda para evitar toda tentación arbitral, pero en el momento de golpear el balón Dybala, el defensor del Atalanta tuvo la reacción más humana del mundo: girar el cuerpo ligeramente, para protegerse del posible impacto directo. Y de la forma más natural su brazo se despegó ligeramente del cuerpo. Ahí pegó el balón: penalti y empate.
El Atalanta volvió a avanzarse (80) por mediación del ucraniano Ruslan Malinosvky, de nuevo en una jugada trabajada y con un precioso remate de gran potencia y colocación. Pero en el minuto 89... Saque de esquina del Juventus, despeje del portero con potencia y cuando Higuaín intentaba bajar el balón y sacarlo del área, en realidad lo desvió hacia Muriel, que pasaba por allí como quien dice, en una zona lateral del área, lejos de todo peligro. Con toda la inocencia del mundo el balón golpeó ligeramente la mano del también colombiano del Atalanta y de nuevo Cristiano no perdonó. Empate a dos final.
Gian Piero Gasperini, el técnico del Atalanta, estaba desesperado tras el partido: “El reglamento
GASPERINI (ATALANTA)
“¿Qué podemos hacer? ¿Les cortamos los brazos? ¿Por qué inventamos estas interpretaciones?”
es así, especialmente en Italia. ¿Qué podemos hacer? ¿Les cortamos los brazos? Los brazos en la espalda se los ponemos a los niños, para que aprendan a regatear... No, no se trata de cambiar el modo de defender. ¿Existe una interpretación como esta en alguna otra liga del mundo? No. Si en otras partes no es así, ¿por qué nosotros inventamos estas interpretaciones...?”
Tras el empate, el Juventus cuenta con ocho puntos de ventaja sobre el Lazio, a seis jornadas del final. El Inter podría situarse a la misma distancia si gana hoy al Torino en San Siro.