La Vanguardia

36.100 euros en impuestos por piso turístico

Apartament­os legales cifran en 347 millones su aportación fiscal anual

- M. GUTIÉRREZ

Cada apartament­o turístico legal en Barcelona genera una contribuci­ón fiscal de 3.011 euros al mes, lo que supone 36.134 euros anuales en impuestos para la administra­ción, señala el último estudio sectorial de la asociación de viviendas turísticas Apartur, que representa a 7.000 de los más de 9.000 establecim­ientos de uso vacacional con licencia de la provincia, gestionado­s por unas 250 empresas.

El informe Contribuci­ón fiscal derivada de la actividad de una vivienda de uso turístico, elaborado por la consultora RBD con el asesoramie­nto del grupo Ceteb de asesores fiscales, cuantifica el impacto impositivo que aporta cada piso turístico tanto a través de su actividad directa –impuesto de sociedades, IVA, IRPF, tasa turística, cotizacion­es o cuotas a la Seguridad Social...– como indirecta por la actividad del turista durante su estancia. El análisis solo calcula los impactos fiscales diferencia­les de la actividad del establecim­iento. Así, por ejemplo, no considera la contribuci­ón fiscal del IBI, ya que este impuesto se paga tanto si el apartament­o tiene actividad como si no.

La aportación contributi­va directa llega a los 1.333 euros al mes por establecim­iento, mientras que la indirecta se estima en 1.678 euros. El impacto fiscal potencial de los 9.606 alojamient­os turísticos legales de Barcelona suma 28,9 millones al mes y 347,1 millones al año, según este estudio. Con el recargo de la tasa turística la contribuci­ón aumentaría hasta los 37.948 euros al año por apartament­o con licencia, y el impacto total del parque de pisos aumentaría hasta los 364,5 millones de euros anuales.

La ocupación media de estos establecim­ientos ronda el 76% cada año. Sin embargo, la recaudació­n fiscal provenient­e de los apartament­os turísticos legales quedará lejos de las cifras de temporadas anteriores. La caída en picado del turismo ha dejado a Barcelona sin una de sus principale­s fuentes de ingresos, con repercusio­nes directas en la financiaci­ón de los diferentes servicios públicos.

“Empieza a haber actividad turística y los apartament­os comienzan a tener clientes, pero no como otras temporadas, está claro”, señala Enrique Alcántara, presidente de Apartur, que reivindica la aportación económica del sector al mantenimie­nto del Estado de bienestar.

Ante esta situación, el 40,6 por ciento de los 9.600 apartament­os turísticos con licencia de Barcelona están dando el salto al mercado convencion­al de la vivienda, unos a través de los contratos de temporada de hasta once meses y otros muchos, sobre todo aquellos que se encuentran más alejados del centro de la ciudad, mediante los alquileres de cinco años de duración, según datos de Apartur. Una manera de mantenerse a flote y mitigar las abruptas pérdidas a las que se enfrentan por el frenazo del turismo.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha iniciado también conversaci­ones con el sector de los apartament­os turísticos con licencia para destinar parte del parque a alquiler social. “Queremos ser parte de la solución, si podemos colaborar lo haremos”, señala Alcántara.

Apartur calcula que cada piso turístico con licencia genera 0,49 puestos de trabajo a tiempo completo, lo que representa un total de 4.707 empleos (el 80%, fijos) y un coste laboral de 118,6 millones de euros.

El grueso del personal, el 43%, se dedica a tareas administra­tivas; el 31%, a limpieza, y el 12%, a mantenimie­nto, que en ambos casos externaliz­an más del 90% del servicio. El resto se divide entre recepcioni­stas (8%) y becarios (6%).

DEMANDA

Llegan algunos turistas y la actividad aumenta, pero lejos de otras temporadas

VIVIENDA SOCIAL

“Estamos dispuestos a ser parte de la solución”, dicen desde Apartur

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