Roses, Port de la Selva y Cadaqués se cerrarán si hay fuegos
Los municipios de Cadaqués, Roses y Port de la Selva cerrarán sus accesos por carretera en caso de que se declare un incendio en el cabo de Creus este verano. El objetivo de esta medida, que acordaron ayer los alcaldes de los tres municipios con el delegado de Interior en Girona, Albert Ballesta, es evitar que las carreteras locales Gi-613 y Gi-614, que enlazan los tres municipios a lo largo de más de 20 kilómetros y que registran una intensa afluencia de tráfico en época estival, se conviertan en auténticas ratoneras. El año pasado Cadaqués registró colas para acceder al pueblo de más de 11 kilómetros y se estima que en un día punta de agosto pueden llegar a circular más de 2.500 vehículos, entre ellos numerosos autobuses.
El protocolo de seguridad estipula que ante la detección de cualquier incendio forestal por parte de las cámaras de seguimiento del tráfico, de la ubicada en la montaña del Pení, entre Cadaqués y Roses, o del teléfono de emergencias 112, las policías locales, en coordinación con la Generalitat, cerrarán automáticamente los accesos a los tres municipios. La tipología de estas vías, estrechas y con muchas curvas, también dificultaría el paso de los vehículos de los servicios de emergencia como los camiones de bomberos.
La alcaldesa de Cadaqués, Pia Serinyana, celebró ayer este protocolo, que se agilizó después que el verano pasado el pueblo viviera un momento crítico al registrar durante días un elevado riesgo de incendio junto a una intensa tramontana y 3.000 personas que esperaban en sus coches para entrar en el municipio. Entonces, cualquier conato habría supuesto un riesgo para los ocupantes de los vehículos.