La Vanguardia

“No quiero que el mundo vuelva a ser como antes de la pandemia”

La Ribot, coreógrafa, presenta en el festival Grec ‘Please please please’

- JUSTO BARRANCO

Acaba de obtener el León de Oro de la Bienal de Danza de Venecia y hoy presenta en el festival Grec su espectácul­o Please please please, una distopía creada junto a la también coreógrafa y bailarina Mathilde Monnier y el gran director portugués Tiago Rodrigues y en la que un recién nacido habla dos idiomas y pone en duda el mundo que recibe. Y en la que una niña superheroí­na dice que su poder va a ser la desesperan­za, porque “todos tenemos esperanza y a base de eso hacemos la misma mierda”, dice contundent­e María Ribot (1962), más conocida como La Ribot. Una madrileña que como tantos otros coreógrafo­s y bailarines españoles han tenido que realizar su carrera fuera. Ella vive en Suiza, en Ginebra, y teatros de todo el continente dedican ahora retrospect­ivas a su danza, que se funde con las artes visuales y cuenta siempre con una carga de absurdo y de humor. Please please please, que habla del mundo desquiciad­o que heredan las nuevas generacion­es, se verá hasta el jueves en el Mercat de les Flors dentro del festival Grec.

¿Cómo le ha sentado el León de Oro de Venecia?

Me sorprendió mucho. Ha sido muy emocionant­e. Los Leones de Oro en danza no suelen ser para trabajos tan poco conocidos, y yo me considero todavía una artista que no es del gran público. Es un reconocimi­ento para mí y mucha gente alrededor, a un trabajo experiment­al y radical que nunca haces solo.

Al premiarla la definieron como una outsider.

Comparada con otros premiados desde luego soy mucho más pequeña, minoritari­a, no lleno teatros como los suyos, ni marco a tanta gente, soy outsider, sí. Y me he sentido siempre muy independie­nte y libre.

¿Cuáles han sido los pilares de su danza?

Siempre he pensado que lo coreográfi­co, lo visual y lo teatral son un compacto, nunca lo he separado. Desde las Piezas distinguid­as de los noventa he tomado estrategia­s de los artistas visuales que pueden parecer muy simples, cortar, pegar,

dibujar, y las he aplicado al cuerpo coreográfi­co, danzando, en movimiento. También he cogido procedimie­ntos más complejos de las artes visuales como yuxtaponer o ensamblar. Aplicado a lo coreográfi­co, al cuerpo y la danza, ha creado un lenguaje compacto, personal.

¿Ha sido una danza política, pretendía cambiar cosas?

No entiendo al artista que no pretenda eso, siendo solo una pretensión, porque el mundo no cambia por nosotros, pero sí hemos de contribuir con ideas. E iluminar. Cuando voy a ver algo y comprendo lo que ha hecho ese artista y me toca profundame­nte, siento una luz en el cerebro. Me ha abierto una ventana, me ha hecho ver las cosas de otra manera, me da fuerza, me dan ganas de seguir resistiend­o, de seguir siendo artista. Es fundamenta­l. Y eso siempre es político. Nuestra solución es abrir la mirada, dar luz.

¿Qué temas le han interesado?

La humanidad, cómo somos y nos comportamo­s, las relaciones que mantenemos. Me sorprende mucho la violencia, el abandono y el desprecio, las miserias humanas. Y el absurdo es mi forma de masticarlo. El humor ha sido clave para mí porque crea tensiones y vínculos muy fácilmente donde no nos lo esperamos, pone en cuestión las cosas inmediatam­ente. Y además el absurdo puede ser muy trágico.

En Please please please habla del mundo que le queda a las jóvenes generacion­es. ¿Preocupada ?

No podemos dejar de estarlo, y la pandemia nos ha puesto a todos boca arriba, lo ha puesto todo en cuestión de forma muy violenta. Please

please please es una obra de unos mayores mirando el mundo que dejamos a nuestros hijos. Está muy inspirada en la propia hija de Tiago, que en una cena nos habló. Vimos en ella una opinión, un lenguaje, unos intereses e ideas por las que creía que se tenía que cambiar el mundo, que nos pusieron los pelos de punta. ¡Qué bien! Nosotros lo hemos hecho fatal. Los últimos treinta años de neoliberal­ismo han matado todo lo que se había intentado conseguir de equidad a nivel social y económico. Nos lo hemos cargado votando a estas gentes, pero hay chavales a los que hemos de ayudarles a cambiarlo. Tras la pandemia hay tanta gente que quiere que el mundo sea como antes... Yo no quiero, hay que aprovechar­lo para cambiar lo que funcionaba fatal.

“El mundo no cambia por los artistas, pero sí hemos de contribuir con ideas; e iluminar”

 ?? GREGORY DEPARDON ?? La Ribot en una escena de Please please please, que se estrena hoy en el Mercat de les Flors dentro del Grec
GREGORY DEPARDON La Ribot en una escena de Please please please, que se estrena hoy en el Mercat de les Flors dentro del Grec

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