La CPI juzga al jefe de la policía islámica en Tombuctú
El juicio de un yihadista maliense acusado de haber sido una pieza clave en la “persecución por razones religiosas y de género” durante el régimen islamista impuesto en Tombuctú en 2012-13 arrancó ayer en la Corte Penal Internacional. El acusado, Al Hassan Ag Abdoul, de 42 años, que llevaba un turbante blanco y una mascarilla, guardó silencio y se negó a declararse “culpable” o “no culpable” de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Sus abogados argumentaron que no está en condiciones mentales para ser juzgado debido a las torturas que sufrió en su país tras ser detenido.
Las acusaciones se limitan al periodo entre abril del 2012 y enero del 2013, cuando los grupos yihadistas Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Ansar Eddine tomaron el poder en Tombuctú, en el norte de Mali. Según los fiscales, los miembros de estos grupos llevaron a cabo “un ataque generalizado y sistemático contra la población civil de Tombuctú” y Al Hassan, como jefe de facto de la policía islámica que patrullaba las calles para hacer cumplir la supuesta sharía, desempeñó “un papel destacado” en la comisión de delitos.
Está acusado de tortura, de ejecuciones extrajudiciales y de aplicar una política de matrimonios forzados que según el tribunal dio pie a “repetidas violaciones y a la esclavitud sexual de mujeres y niñas”. El hecho que haya sido acusado de persecución por razones de género no tiene precedentes y ha sido aplaudido como un “paso histórico” y un “hito para la justicia”.
También se le acusa de destruir patrimonio histórico y religioso en la llamada Ciudad de los 333 santos. A ojos de Al Qaeda en el Magreb Islámico y Ansar Eddine, los mausoleos milenarios sufíes constituían un pecado porque albergaban las tumbas de santos locales.