“Hace falta un gran acuerdo por las obras más urgentes”
Las inversiones pendientes en infraestructuras pueden sufrir el enésimo revés cuando las administraciones rehagan presupuestos de los próximos ejercicios afectados por la crisis del coronavirus. El decano del Col·legi d’enginyers de Camins de Catalunya, Oriol Altisench, lo teme pero confía en que no sea así.
Si la cosa se pone fea, ¿cuáles deben ser las prioridades?
No se pueden recortar inversiones, ahora es el momento de hacer una serie de infraestructuras que ya está demostrado que son necesarias como el tramo central de la línea 9, el tranvía y la línea 8 para conectar los dos corredores de Ferrocarrils.
Todo eso parece encarrilado sobre el papel, ¿qué falta entonces?
Falta una agenda y un acuerdo a todos los niveles. Todas las administraciones deben dejar el pim pam pum político e ir a una. Con una inversión de menos de 1.500 millones de euros tienes una agenda a cinco años vista. Ahí pueden entrar también las obras más urgentes del plan de Rodalies y sumar así al Ministerio de Transportes al acuerdo.
Tanto plan y tan poca ejecución…
Los planes son necesarios pero falta una figura intermedia entre el programa genérico y la concreción del proyecto en el que se decide hasta el último tornillo. De ahí la importancia de una agenda que marque prioridades.
¿Bajo que criterio?
Las infraestructuras y las obras ya no son un objetivo en sí mismo. Son un instrumento para llegar a algún objetivo. Ese debe ser el aspecto fundamental que marque el camino, de la misma manera que el Eixample de Cerdà no era un objetivo en sí mismo, sino que la intención era mejorar la calidad de vida de las personas. El tiempo acaba dando la razón.