La banca prevé ser más estricta en la concesión de crédito
Los hogares han sido los primeros en notar el impacto del deterioro económico en la oferta crediticia, un efecto que la banca prevé que se extienda también a las empresas en el segundo semestre del año por el aumento de la ratio de morosidad, la menor tolerancia al riesgo y, en menor medida, por factores relacionados con los costes de financiación y la disponibilidad de fondos. Esta es una de las conclusiones que se desprenden de la última Encuesta sobre Préstamos Bancarios del Banco de España, que constata un endurecimiento de las condiciones de acceso a financiación para particulares entre los meses de abril y junio.
De cara al trimestre en curso, las entidades encuestadas anticipan que los criterios de concesión de préstamos serán más estrictos “en todos los segmentos”, y “algo más intensos” en el caso de la financiación a hogares para consumo y otros fines.
El endurecimiento de la oferta crediticia se producirá en un momento en el que se espera un incremento de solicitudes de préstamos por parte de particulares, lo que supone un cambio de tendencia respecto al segundo trimestre, cuando la demanda de crédito de los hogares descendió fuertemente debido al actual contexto de incertidumbre económica. Por el contrario, en el caso de las empresas, se registró el mayor incremento de las solicitudes de crédito desde el 2003, año en el que comenzó a realizarse la encuesta. La necesidad de liquidez, sobre todo para financiar circulante, fue la principal razón por la que las sociedades no financieras pidieron crédito en el anterior trimestre. Periodo en el que, a su vez, se relajaron los criterios de aprobación de préstamos en el ámbito corporativo por influencia de la introducción de la línea de crédito ICO, avalada por el Estado. El supervisor también destaca el “impacto positivo de las diferentes medidas fiscales y de política monetaria adoptadas”, lo que ha evitado, a su parecer, que se haya producido “un notable endurecimiento” de la oferta crediticia, como ocurrió en la anterior crisis financiera.
Por otro lado, los criterios de aprobación de hipotecas se endurecieron “como consecuencia del deterioro tanto de las perspectivas económicas generales como de las relacionadas con el mercado de la vivienda, así como por la menor solvencia percibida de los prestatarios”. Asimismo, empeoraron las condiciones aplicadas a estos préstamos “ligeramente”, lo que conllevó un aumento de los márgenes y un cierto descenso de la relación entre el principal y el valor de la garantía.