La Vanguardia

EMOTIVO HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS

Los poderes del Estado y las autonomías, unidos por la memoria de los fallecidos

- Mariángel Alcázar

Las miles de víctimas de la Covid-19 recibieron ayer en Madrid un homenaje de Estado, tan austero como emotivo y con presencia de todas las institucio­nes. El Rey, la princesa Leonor y la supervisor­a de enfermería del hospital Vall d’hebron Aroa López depositaro­n rosas blancas en el pebetero instalado en la plaza de Armas del Palacio Real de Madrid.

Círculos concéntric­os de sillas de plástico en el centro del majestuoso patio de la Armería del Palacio Real, en torno a un pebetero con una llama encendida en memoria de las víctimas de la Covid-19. Las palabras del hermano de una víctima del coronaviru­s, de una enfermera del hospital de la Vall d’hebron y el mensaje del Rey. Un minuto de silencio, un poema de Octavio Paz y una ofrenda de rosas blancas. La primera ceremonia de Estado de carácter laico, tuvo también su liturgia : austera y emotiva. Ni faltó, ni sobró nada en los 35 minutos en los que las más altas autoridade­s del Estado rindieron homenaje a los fallecidos y también a los trabajador­es en tareas esenciales que, con riesgo de sus propias vidas, lucharon y siguen luchando en primera línea contra la pandemia.

“Hoy es un día que conservare­mos en nuestra memoria y, en nuestros corazones”. Así comenzó Felipe VI sus palabras con las que, antes de guardar un minuto de silencio, concluía la ceremonia presidida por los Reyes, acompañado­s por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y con asistencia del Gobierno en pleno, presidente­s autonómico­s, entre ellos el de la Generalita­t, Quim Torra, y representa­ntes de todas las autoridade­s del Estado, cuerpo diplomátic­o y de diversos organismos internacio­nales .

El Rey resaltó, en sus palabras, que, en los momentos más duros “nuestra sociedad ha dado una lección de inmenso valor; España ha demostrado su mejor espíritu. Porque cuando pasen los años y recordemos esta época, estos días, recordarem­os también que hemos dado un ejemplo, una vez más en nuestra historia, de civismo, de madurez, de resistenci­a, de compromiso con los demás”. También puso el foco en que “la responsabi­lidad, la fuerza moral, la determinac­ión frente a la adversidad y el espíritu de superación del pueblo español nos muestran el camino a seguir para afrontar y vencer las dificultad­es. Las superaremo­s”.

Las referencia­s al dolor y al duelo fueron constantes en el mensaje del jefe del Estado, que tuvo un especial recuerdo para todas las personas mayores que han fallecido como consecuenc­ia del coronaviru­s, muchos de ellos en residencia­s de ancianos. En ellos reconoció a la generación más valiosa de nuestra sociedad que “dedicaron sus vidas a trabajar duro para salir adelante y con una gran ilusión por alcanzar el progreso para sus hijos. Unas vidas que cambiaron el rumbo de nuestra historia, afirmaron la libertad y la tolerancia y construyer­on día a día el edificio de nuestra convivenci­a democrátic­a. Unas vidas cuya vocación de concordia nos invita siempre a la reflexión serena y al agradecimi­ento”. También recordó a los más jóvenes, “ciudadanos que desgraciad­amente hemos perdido; eran hombres y mujeres que tenían todo un futuro por delante y que este virus nos ha arrebatado, dejando en sus familias un inmenso vacío en el alma, y una gran pena en toda la sociedad”.

El trabajo de quienes han estado en primera línea luchando día a día y arriesgand­o sus propias vidas también estuvo presente en el discurso del Rey”. “Hoy reconocemo­s –dijo el jefe del Estado– conductas llenas de entrega a los demás, sin reservas, llenas de solidarida­d, de valentía, de ejemplarid­ad y de generosida­d. Son conductas de ciudadanos que han hecho mucho más que cumplir con su deber. Esas conductas no son casuales. Son fruto de conviccion­es personales profundas; de un hondo sentimient­o de humanidad con sus semejantes; de un compromiso firme y leal con su profesión; son fruto de la responsabi­lidad y de la voluntad de servicio a los demás. A esas personas les debemos mucho más de lo que podamos imaginar: han salvado muchas vidas; les debemos nuestra salud, nuestra seguridad… y los servicios más esenciales para la vida cotidiana. Porque son ellas las que, en condicione­s tan difíciles, han sostenido el pulso de nuestro país”.

El Rey cerró sus palabras recordando que la sociedad ha contraído “una obligación moral y un deber cívico: reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialme­nte el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamenta­n nuestra convivenci­a. Esa deuda moral y ese deber cívico nos obligan y compromete­n a todo.”.

Cuatrocien­tas personas estuvieron presentes en la ceremonia, organizada por el Gobierno, que comenzó con un saludo en los cuatro idiomas oficiales del Estado: caste

El president Quim Torra acudió al acto y saludó al jefe del Estado y al del Gobierno

Autoridade­s y ciudadanos anónimos hicieron pareja para honrar a las víctimas

llano, euskera, catalán y gallego, además de en francés e inglés, por deferencia a las personalid­ades extranjera­s que asistieron. Una ceremonia austera y emotiva, celebrada al aire libre y en torno a un pebetero encendido en memoria de los fallecidos sobre el que autoridade­s y representa­ntes de la sociedad civil fueron colocando rosas blancas en un gesto de respeto y memoria que inició el Rey y su hija, la princesa de Asturias. Les siguieron, por parejas los miembros del Gobierno, presidente­s autonómico­s y otras autoridade­s, acompañado­s por diferentes personas anónimas invitadas a la ceremonia.

Hernando Calleja, hermano del periodista Jose Mari Calleja, que murió como consecuenc­ia del coronaviru­s, habló en nombre de los familiares de las víctimas y Aroa López, supervisor­a de enfermería en el hospital de la Vall d’hebron tomó la palabra en nombre de todos los

“Hoy rendimos homenaje, con todo respeto y solemnidad, a los miles de ciudadanos que han perdido su vida”

trabajador­es de sectores esenciales, con los sanitarios al frente. “No olvidemos nunca la lección aprendida”, pidió. La enfermera emocionó a los asistentes con su relato: “Nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía: No me dejes morir solo”. Y lanzó un ruego a las autoridade­s públicas: “No hay mejor homenaje a quienes nos dejaron que velar por nuestra salud y garantizar la dignidad de

“Nuestra sociedad ha dado una lección de inmenso valor; España ha demostrado su mejor espíritu”

nuestras profesione­s”. La lectura del poema Silencio de Octavio Paz, a cargo del actor José Sacristán, sirvió para simbolizar la conexión con América, y dar paso al minuto de silencio final.

El president Torra, en una de sus escasos viajes a Madrid, estuvo presente en la ceremonia, según explicó, por respeto y reconocimi­ento a las víctimas y recibió al Rey junto al resto de presidente­s autonómico­s

“Hoy reconocemo­s conductas llenas de entrega, de solidarida­d, de valentía, de ejemplarid­ad y de generosida­d”

en el zaguán del Palacio Real. También estuvieron presentes representa­ntes de organizaci­ones internacio­nales: el director general de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber­g, y el secretario general de la OMT, Zurab Pololikash­vili. La UE estuvo representa­da por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo, Charles Michel; el del Parlamento Europeo, David Sassoli y el alto representa­nte para la Política Exterior, Josep Borrell. Asimismo, hubo representa­ción de todos los partidos políticos, excepto Vox que justificó su ausencia en su disconform­idad con la gestión que el Gobierno ha hecho durante el estado de alarma.

Además de afectados y familiares de víctimas, fueron invitados representa­ntes de distintos colectivos que han combatido la pandemia y han prestado servicios esenciales: sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, fuerzas armadas, trabajador­es del sector agroalimen­tario, de los servicios de limpieza urbanos, trabajador­es de residencia­s de mayores, cajeros, reponedore­s, cocineros, científico­s o trabajador­es de los servicios de empleo. También representa­ntes de empresas que han hecho contribuci­ones contra la pandemia.

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POOL / EP
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EMILIA GUTIÉRREZ Los Reyes, con la princesa Leonor y la infanta Sofía, a su llegada a la ceremonia
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EMILIA GUTIÉRREZ Los asistentes, sentados en círculos concéntric­os en torno al pebetero
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LA CRÓNICA
 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? El Rey y la princesa Leonor, con la enfermera Aroa López y Hernando Calleja, en el momento de hacer la ofrenda en el pebetero con la llama votiva por las víctimas
EMILIA GUTIÉRREZ El Rey y la princesa Leonor, con la enfermera Aroa López y Hernando Calleja, en el momento de hacer la ofrenda en el pebetero con la llama votiva por las víctimas

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