Bruce Willis de Carabanchel
Superagente Makey
Dirección: Alfonso Sánchez Intérpretes: Leo Harlem, Jordi Sánchez, Silvia Abril Producción: España, 2020. Duración: 95 minutos. Comedia
Leo Harlem, mucho más inspirado aquí que en El mejor verano de mi vida, interpreta a un policía madrileño, de Carabanchel, que sueña (literalmente, como demuestra el prólogo: una escena de atraco a la americana) con ser el Mel Gibson de Arma letal ,el Bruce Willis de Jungla de cristal o el Eddie Murphy de Superdetective en Hollywood, aunque viéndole más bien parece Paco Martínez Soria imitando al gendarme Louis de Funès. El caso es que su exceso de celo, en la escena cómica más divertida de la función (la del autocar del Real Madrid), propicia su traslado a la Costa del Sol, donde casualmente vive su hija, con la que no se lleva particularmente bien.
A partir de ahí, el argumento propone dos tramas que se entrecruzan: la consabida reconciliación padre e hija (tema ya extenuante, casi pandémico) y una intriga de secuestro y mafias rusas. Ninguna de las dos posee el más mínimo interés y solo sirven para crear una sensación de película de acción, tiros y peleas como las que tanto admira el protagonista. El punto fuerte de la película va por otro lado, porque Superagente Makey es, esencialmente, una buddy movie: no más llegar a su soleado destino, Harlem conoce a un tipo pintoresco, con pañuelo de pirata en la cabeza, simpático, pícaro, camandulero y vividor, que le ofrece compartir su yate y a quien ya no se sacará de encima. Es Jordi Sánchez, consumado robaescenas, aquí en su salsa: controla el ritmo de su actuación, calza las frases y las réplicas en el momento justo, gesticula sin perder la elegancia; su personaje es como el Vittorio Gassman de La escapada, pero con aroma de chipirones a la andaluza. La química entre Leo y Jordi funciona a pleno rendimiento.
Alfonso Sánchez, sin el ingenio ni los buenos momentos de sus tres anteriores largometrajes (El mundo es nuestro, El mundo es suyo y Para toda la muerte), interpretados por él y su colega Alberto López, se limita aquí a la confección de un entretenimiento simple, fresco y dinámico.