EL REGRESO DE LOS PRESOS A CASA
Posiciones enfrentadas de Sánchez e Iglesias ante la medida de gracia para Bassa
Oriol Junqueras volvió ayer a su casa en Sant Vicenç dels Horts, donde fue acompañado por vecinos y amigos. El líder de ERC no pisaba su localidad desde noviembre del 2017, cuando ingresó en prisión. Los presos del 1-O, que tuvieron recibimientos en sus municipios, disfrutan este fin de semana de sus familias aprovechando el tercer grado penitenciario.
Pedro Sánchez, según advierten en la Moncloa, siempre descartó los indultos para los condenados por la sentencia del procés, que disfrutan de su primer fin de semana en casa consecuencia de la clasificación en tercer grado penitenciario. Cuando el Tribunal Supremo emitió su fallo, en octubre del año pasado, el presidente del Gobierno se limitó a anunciar su acatamiento. Pero, según subrayó, “el acatamiento de la sentencia significa su íntegro cumplimiento”.
En la Moncloa, el Gobierno y la dirección del PSOE se hace un silencio sepulcral ante la petición cursada por el sindicato hermano, la UGT, para indultar a la exconsellera Dolors Bassa, condenada a 12 años de prisión por sedición y malversación en la sentencia del 1-O. El silencio responde a la incomodidad que provoca este debate, que dirigentes socialistas admiten que permanece aparcado. “No es un tema que esté ahora presente en la agenda política”, reconocen. “Veremos a la vuelta del verano y con las elecciones catalanas cómo evolucionan los acontecimientos..., queda mucho por delante”, alegan en la Moncloa. “Hay que ver cómo evoluciona todo”, corroboran otros dirigentes socialistas.
Y justifican que esta cuestión “va para largo”. La petición de indulto total para Bassa registrada el pasado 15 de junio en el Ministerio de Justicia proseguirá su tramitación con su traslado al tribunal sentenciador –el Supremo–, que a su vez pedirá informe a la Fiscalía. Con todos los dictámenes en la mano, aunque no son vinculantes, Justicia puede elevar una propuesta al Consejo de Ministros. Pero el Gobierno dispone de un año de plazo para tomar una decisión. Si la toma.
Esta cuestión es incómoda, además, porque genera notables divisiones, para empezar, en el seno del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. El vicepresidente segundo y líder de la formación morada, Pablo Iglesias, siempre consideró “enormemente injusta” la prisión de los líderes independentistas condenados. “No deberían estar en prisión en ningún caso”, defendió Iglesias.
Y ya cuando tuvo noticia de que la UGT preparaba la solicitud de la medida de gracia para Bassa, veterana dirigente del sindicato, el vicepresidente afirmó: “Esto habrá que estudiarlo con mucho cuidado”.
La cuestión de los indultos, no obstante, vuelve a emerger en pleno escenario preelectoral en Catalunya. Y los socialistas quieren andarse con pies de plomo, por la cuenta que les trae. En la campaña de las elecciones catalanas de diciembre del 2017 –convocadas por Mariano Rajoy en aplicación del artículo 155 de la Constitución– el líder del PSC, Miquel Iceta, defendió los indultos para el caso de que los líderes del 1-O fueran condenados, lo que algunos sectores del PSOE le reprocharon con dureza. El propio secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, lamentó después que esta posición de Iceta lastró su resultado electoral, porque “generó desconfianza” en el mundo no independentista. Ahora, ante las próximas elecciones catalanas previstas para otoño, el PSC busca situarse como segunda fuerza en Catalunya, solo por detrás de ERC, y crecer sobre todo a costa del hundimiento que pronostican a Ciudadanos, que con Inés Arrimadas fue la primera fuerza en el 2017.
De momento, alegan en la Moncloa, Pedro Sánchez tiene los cinco sentidos puestos en la trascendental reunión del Consejo Europeo que arrancó ayer en Bruselas, en busca de un acuerdo sobre el fondo europeo de recuperación que aseguran que será vital para España. En el Gobierno también son muy conscientes de que tanto Esquerra como Jxcat insisten en poner encima de la mesa de negociación bilateral la autodeterminación de Catalunya y la amnistía
LA POSICIÓN DE PODEMOS Iglesias afirmó que habría que estudiar “con mucho cuidado” la petición de indulto
EN LA CAMPAÑA DEL 2017 El PSOE atribuyó perjuicios electorales a la defensa que hizo Iceta de los indultos
para los condenados del 1-O.
Ahora bien, en la Moncloa también admiten que, pese a su disposición a volver a sentarse en la mesa de diálogo con la Generalitat este mes de julio, son precisamente ERC y Jxcat los que no se ponen de acuerdo sobre si celebrarla o no. Los estrategas de Sánchez consideran que “la carrera electoral” en Catalunya y “el ruido en el independentismo” entorpece todo posible entendimiento. Y creen por ello que será muy difícil lograr ningún avance hasta que se celebren las elecciones. Tras la cita con las urnas, confían en que se abra un nuevo escenario político en Catalunya que permita volver a su agenda del reencuentro.