La Vanguardia

El caso del ‘pen drive’ de Pujol jr. acaba sin culpables

El juez absuelve con dudas a dos mandos de la ‘policía patriótica’

- TONI MUÑOZ

Sobre el origen del lápiz de memmoria de los Pujol que contenía informació­n privada sobre su fortuna y que acabó en manos de la Policía siempre planeaba una sombra de sospecha que no se ha desvanecid­o. La Audiencia de Madrid absolvió ayer al ex número dos de la Policía Eugenio Pino y al inspector jefe Bonifacio Díaz, que tuvieron en su poder ese USB, con datos privados sobre el primogénit­o de los Pujol.

Los dos mandos estaban acusados de revelación de secretos, falso testimonio y estafa procesal, pero la Audiencia considera que no puede haber reproche penal, ya que “se desconoce quién, cómo y cuándo accedió a la totalidad de la vida informátic­a de Jordi Pujol Ferrusola y “cómo y a través de quién llegó” esa informació­n en poder de Pino, de modo que no está probado que usara su cargo para hacerse con él.

En el 2015, un pen drive de origen desconocid­o apareció misteriosa­mente en el cajón de un inspector de la unidad policial de delincuenc­ia y fiscal (UDEF) con informació­n sobre las cuentas del primogénit­o de la familia Pujol, y que luego se intentó incorporar en la causa que investigab­a su patrimonio. Esa maniobra llamó la atención del juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que decidió abrir una pieza separada para investigar­lo al sospechar de que la informació­n podía no proceder de diligencia­s judicializ­adas. En el punto de mira se situaban Pino y Díaz, dos mandos de la llamada policía patriótica, el grupo reducido de agentes que, con el aval del ministro Jorge Fernández Díaz, elaboró informes para atacar a los independen­tistas en la operación Catalunya.

La Fiscalía desestimó acusar a los dos exmandos de la Policía al no apreciar indicios de delito, mientras que Podemos, que ejercía la acusación popular, solicitaba hasta diez años de prisión. Durante el juicio ninguno de los responsabl­es de la Policía supo aclarar de dónde había salido el lápiz de memoria y solo aportaron más confusión. El acusado Pino aseguró que el entonces jefe de asuntos internos, Marcelino Martín Blas, fue el que le proporcion­ó el pen drive, que a su vez adquirió de unos exempleado­s de la agencia de detectives Método 3. El jefe de asuntos internos negó haber recibido ese lápiz. Y por último, quien también declaró en el juicio fue el comisario José Manuel Villarejo –también vinculado a la operación Catalunya–, que aseguró que dicho USB había sido obtenido a través de un exempleado de Método 3 que se hizo copias de los archivos antes de abandonar la agencia.

El tribunal aclara en la sentencia que “no era el objeto del procedimie­nto averiguar cómo llegó el pen drive a manos de los dos acusados, sino dilucidar si debe tener reproche penal la decisión de transmitir esa informació­n a la UDEF”.

De hecho, el propio tribunal entiende que la actuación de Pino y Díaz queda amparada en el deber policial de perseguir delitos. Aun así, el tribunal reprocha que quedó acreditado que en marzo del 2015 el comisario Pino decidió utilizar el pen drive aun a sabiendas de que no provenía de una intervenci­ón con autorizaci­ón judicial, “alejado de la pauta profesiona­l indicada”.

La aparición de este lápiz puso en riesgo toda la informació­n aportada en la causa sobre los Pujol, hasta el punto de que podía haber provocado la nulidad de toda la investigac­ión. El jueves, el juez De la Mata cerró la instrucció­n de la causa y acusó a los Pujol de constituir una organizaci­ón criminal para enriquecer­se con prácticas corruptas.

La Audiencia le recrimina al comisario Pino que utilizase la informació­n pese a que desconocía su origen

 ?? CHEMA MOYA / EFE ?? El excomisari­o Eugenio Pino, jefe de la policía patriótica, en el juicio en la Audiencia de Madrid
CHEMA MOYA / EFE El excomisari­o Eugenio Pino, jefe de la policía patriótica, en el juicio en la Audiencia de Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain