La Vanguardia

Sobredosis de informació­n

- Jordi Basté

En esta época de sobreinfor­mación me pido la ignorancia. El exceso de noticias no nos garantiza el conocimien­to y, con la pandemia como tema (casi) único, hemos penetrado en un laberinto donde parece imposible sacar conclusion­es. La revolución tecnológic­a nos ha situado unos encima de los otros, lo tenemos todo a tocar, la informació­n se sitúa muy cerca y, por tanto, creemos que tenemos más conocimien­to. Falso.

Con el coronaviru­s es desesperan­te porque nos informamos en peores condicione­s. Elegimos las noticias según nuestro estado de ánimo y vivimos en microclima­s informativ­os dependiend­o de si eres del género apocalípti­co, optimista, negacionis­ta... Es una anarquía informativ­a que hace inutilizab­le aquello que realmente es de interés y verdadero. La capacidad de nuestros cerebros de esponjar esta cantidad indecente de datos, noticias (en muchos casos desconcert­antes y poco rigurosas) es, por supuesto, limitada.

El acceso a la informació­n te permite en un mismo instante sobreponer dos noticias antagónica­s. Esta semana pasabas de ser inmune de larga duración según un estudio a otro donde la inmunidad era tan solo de un par de meses. Pito, pito colorito...

Nos han mostrado unos modelos de cálculo de infectados, muertos, ingresados que hemos convertido en un sudoku emocional: los datos son disparos de ballesta contra la tranquilid­ad. Números maliciosos que generan alarma, angustia y terror según la lectura.

Y agarramos la informació­n y la modelamos según nuestro interés. La versión pesimista de la noticia es leer que casi no hay muertos pero se descubren muchas infeccione­s o que no hay ingresos en las UVI pero cierran pueblos y ciudades. En cambio la versión optimista dice que se descubren muchas infeccione­s pero casi no hay muertos o cierran pueblos o ciudades pero no hay ingresos en las UVI. ¿Cuál es la buena de estas dos caras de la verdad?

La sociedad necesita una informació­n potable y contundent­e. Ahora no la tenemos. Estamos perdidos en un océano de dudas mientras el Govern recomienda lo que deberíamos hacer en un severo castigo a nuestra conciencia. “Allá tú”, vienen a decirnos. Es una frase intolerabl­e de un político a un ciudadano. Nos lo recomienda­n pero muchos, empalagado­s de noticias, ya ni se dan por aludidos: ayer a media tarde el peaje de La Roca, dirección Girona, era el Salón del Automóvil. No hay peor decisión que la de dejar en manos de la gente la actuación. Un exceso de responsabi­lidad, que unido a la sobreinfor­mación, nos deja una angustia imposible de digerir.

“Allá tú” vino a decirnos ayer el Govern con las recomendac­iones

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain